Sindicales

16/5/2002|754

Una iniciativa estratégica del Bloque Piquetero Nacional

Carta a los compañeros de la Coordinadora Aníbal Verón


El acto común en Plaza de Mayo el 1º de Mayo ha constituido un eje para la constitución de una vanguardia obrera en el proceso revolucionario por su representación de la clase obrera ocupada y desocupada y por su planteo de poder de los trabajadores frente a la crisis. Se trató de una cadena nacional de actos clasistas donde este bloque de fuerzas piqueteras encabezó una jornada inédita de más de 20.000 compañeros en todas las plazas o lugares de lucha fundamentales del país. Córdoba, Rosario, Resistencia, Tartagal, Salta Capital, Tucumán, Mar del Plata, Neuquén y Río Negro, Río Gallegos, Catamarca, fueron algunos de esos escenarios.


La jornada se inscribió en los levantamientos provinciales de San Juan, Tucumán, Jujuy, en las grandes huelgas y ocupaciones de fábrica que fueron protagonistas de nuestros actos, y estuvo precedido, además, por una intervención política el jueves 25 de abril, de gran importancia, en común (al igual que los actos), con las Asambleas Populares. Colocamos el reclamo de que se vayan Duhalde y el FMI en horas del colapso del gobierno, frente a la caída de gabinete y la parálisis bancaria, tras el fracaso de la sesión parlamentaria del plan Bonex rodeada de la movilización popular.


El acto del 1º de Mayo nos mostró en un campo político común que permite abrir el debate para la convocatoria en conjunto a una nueva Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados. Nuestros oradores rechazaron las maniobras políticas de banqueros y privatizadores que ya discuten el anticipo electoral como salida a la caída de Duhalde, para que la desorganización económica y la hiperinflación como arma de destrucción de los salarios, de los ahorristas, de cierres y quiebras y de ajuste en las provincias, hagan su trabajo brutal buscando la desmovilización y desmoralización del movimiento popular.


No se trata de un endiosamiento antielectoralista que puede ser tan nocivo como el electoralismo para la organización de los trabajadores, se trata de quienes luchamos por un nuevo 19 y 20 para que los trabajadores demos salida a la crisis en la lucha por nuestro propio gobierno. Sobre estas bases políticas que tuvieron expresión en la convocatoria del 25 de abril y en el programa de convocatoria al 1º de Mayo, les proponemos la discusión por la organización conjunta de la próxima Asamblea Piquetera Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados.


Nuestra lucha reivindicativa, que conoció escenarios comunes atravesará una nueva etapa signada por la cuenta regresiva iniciada por el gobierno de Duhalde, por la crisis de su base política, por el deshilachamiento de la concertación y la descomposición de los consejos consultivos de crisis que el Bloque Piquetero ha rechazado desde su misma constitución y que ustedes repudian. Fuimos y somos protagonistas de la ruptura de toda tregua de las burocracias sindicales, cuyos sindicatos llamamos a recuperar a los trabajadores.


Juntos podemos unir al movimiento piquetero en la ruptura con el gobierno. Luchando para enfrentar el punterismo y el ataque a las organizaciones piqueteras mediante un programa y un plan de lucha comunes. Por la extensión de los beneficios a todos los desocupados mayores de 16 años sin excepción. Por la duplicación de los importes y la fijación de un salario mínimo para todos los trabajadores y un equivalente en los subsidios al desocupado relacionados a la canasta familiar destruida por la infernal carestía. Por el control de las Asambleas Barriales y organizaciones genuinas de los desocupados de los proyectos comunitarios que planteamos se opongan por el vértice a suplantar mano de obra de compañeros ocupados, luchando por la inclusión en convenio de toda tarea que tenga este carácter. Rechazando el plan de los 14 puntos que establece el negociado capitalista de mano de obra subsidiada mediante el Plan de Jefes de Hogar en empleos privados y públicos. Planteando la unidad con las organizaciones obreras, de ocupados y desocupados para luchar en común contra esta estafa destinada a completar la destrucción de las conquistas del movimiento obrero.


Unirnos en la lucha por puestos genuinos mediante el reparto de horas de trabajo, la estatización bajo control obrero de toda fábrica que cierre, el reparto de horas de trabajo y la prohibición de todo despido, la reestatización de las privatizadas, de la banca y los resortes fundamentales de la economía bajo gestión de los trabajadores, la concreción de un plan de obras públicas y viviendas populares que den trabajo genuino a millones de compañeros desocupados, devastados por el hambre.