PO: ¿Qué características tiene esta lista?

IL: Se ha formado una lista muy combativa, que recogió 1.300 avales en casi 70 talleres. Ahora hay una alternativa, con muchos compañeros que se han sumado de talleres importantes.

PO: ¿Qué talleres se sumaron?

IL: Zupan I, Zupan II, Lorilleaux, Perfil, Estrada, Rotográfica, que son talleres que no estaban representados en el ’92; ellos se sumaron a Atlántida, Unión, Clarín, Letta y otros que integran la Naranja hace años. Se han sumado varios delegados de la Violeta y otros apoyan, como en IVISA o Celoprint. Esa fue una lista que sacó alrededor de 500 votos hace cuatro años.

PO: Pero… esa lista, tenemos entendido, fue un desprendimiento de la burocracia…

IL: Sí. Sus dirigentes eran elementos de la Verde y de la Calipo, y Dogna, el que fue candidato a secretario general por la Violeta en el ’84, representativo de los 25, aliados en aquel entonces al Partido Comunista y apoyados por el Mas. Esos se borraron del gremio, están de funcionarios en el Sindicato de garajistas. Con nosotros se han integrado delegados de taller netamente antipatronales.

FC: Creo que acá tiene que ver la historia. La Naranja lleva más de 12 años de lucha y de estar al frente de cada conflicto. Cuando la Naranja estuvo en Comisión Directiva, quedó a las claras la diferenciación con la Verde. La Naranja fue a los talleres a organizar cada lucha, batalló por el plenario de delegados, organizó huelgas contra el despido de activistas, estuvo al frente de grandes luchas como Tiempo, La Razón, Clarín, y eso pesa, los activistas nos ven como el único canal.

PO: ¿Y cómo marcha la campaña?

IL: Mirá, en muchos talleres llegamos y nos conocen hasta los que no nos conocen, porque algún compañero les habló de nosotros, o la propia burocracia, y nadie está confundido sobre nuestra característica antiburocrática.

PO: ¿Cuál es el papel que puede jugar la Naranja?

IL: La ofensiva patronal es terrible, como en todo el movimiento obrero. Peor va el plan económico, más cosas quieren sacarnos. El gremio está vaciado, los conflictos aislados y la burocracia va a negociar salidas que en general terminan con despidos. Por ejemplo, el caso de Anthony Blank, donde la Naranja ha intervenido tratando de revertir la situación y denunciando ante el conjunto del gremio la política traidora de la burocracia. Nos encontramos con un gran campo abierto a nuestra intervención.

FC: Denunciamos también el apoyo de Ongaro a la Ley del Libro, que es la bandera de las patronales. La burocracia aplaudió el impuesto al libro importado, que hace pagar dos veces al lector, los impuestos en el país de origen y aquí. Son subsidios. Y esa plata no irá a inversiones, la fugan, especulan, por la recesión y la caída de las ventas. Nosotros sabemos que esto no lleva a la apertura de nuevas fuentes de trabajo.

PO: ¿Qué planes tienen, qué esperan el 19?

IL: Llegar a las 124 empresas en las que se vota es difícil, pero llegaremos. Confiamos en seguir sumando adhesiones que después fiscalicen la elección con nosotros.

FC: En el ’92 sacamos la minoría, a pesar de la presentación de la Violeta, que se llevó casi un 10%. Esperamos progresar, le peleamos de igual a igual a esta burocracia que cuenta con el ‘aparato’ de jubilados, de Obra Social y con el apoyo del gobierno. Queremos la conducción del Sindicato para cambiar la historia del gremio.

PO: ¿En qué están haciendo eje?

IL: Muy importante. Que la crisis la paguen las patronales, unir las luchas a través del cuerpo de delegados, defender la Obra Social contra los brutales aranceles que están cobrando, que preparan su privatización…

FC: ¿Puedo agregar algo?

PO: Claro…

FC: Es tal la cantidad de compañeros piolas que estamos conociendo, que los invitaremos a formar con nosotros un comando electoral conjunto, en el que decidan como si estuvieran en la lista, que nos conozcan, que sientan la agrupación como propia, que nos vayamos formando en el debate político…

PO: Suerte compañeros…