Una obrera se inmola en plena Capital

Fábrica Elemento, el modelo de la precarización laboral

La autoincineración de una mujer de 40 años, en la fábrica de vestimenta Elemento, hizo que se conocieran las condiciones de superexplotación en la que se trabaja en esa fábrica y en todas las de este rubro. La empresa mantiene un régimen de 11 horas por día de trabajo, sin pagar horas extras ni otorgar licencias por enfermedad. No permite ejercer a los trabajadores ningún otro derecho. El Ministerio de Trabajo Nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires, con total conocimiento sobre los regímenes de trabajo en el gremio de la vestimenta, han apañado siempre a estas patronales explotadoras. El gobierno nacional se pasea en cadenas nacionales y en eventos internacionales con el dirigente de La Salada José Castillo, explotador de miles de trabajadores. El caso de la protección de Macri a los talleres clandestinos o a estos centros de explotación laboral es conocido: su propia mujer es empresaria del rubro.


La costurera que se incendió en la puerta de Elemento, en el barrio de Pompeya, lo hizo en un estado de shock ante el maltrato de los personeros de la patronal, tal como lo denuncian sus compañeras y compañeros de trabajo. Hoy se encuentra en terapia intensiva en el Hospital Penna. El sindicato de costureros y los sindicatos que intervienen en el gremio de la vestimenta (Soiva) son cómplices de las patronales, como ocurre en todo el país.


Este trágico hecho es el símbolo de la precarización laboral brutal a las que están sometidas las mujeres trabajadoras de este país.


Justicia para la trabajadora de Elemento.


Abajo la burocracia sindical.


Basta de explotación laboral y violación de los convenios para todos los trabajadores de la vestimenta.