Sindicales

12/3/2015|1354

Uocra-Cámara Argentina de la Construcción: un acuerdo “estratégico” sellado con sangre

Apel


El pasado 1° de marzo, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción Juan Chediack, afirmó en un reportaje publicado en Perfil que “…la Uocra y la Cámara tenemos una alianza estratégica”. Respecto al recurrente uso de la violencia física en la Uocra, el dirigente patronal se despachó afirmando que “en cualquier gremio hay un sector, una célula, hay un par de dirigentes complicados a lo largo y ancho del país”. Gerardo Martínez, dijo, “es un líder extraordinario. Viene de la obra. Sabe tirar la mezcla”.


 


Lo cierto es que Gerardo Martínez jamás tocó un ladrillo. Hizo carrera en el sindicato de la mano del Batallón de Inteligencia 601. Fue asignado en el gremio de la construcción para delatar activistas.


 


Desde que llegó a la cúpula de la Uocra, sus bandas se cobraron la vida de más de un trabajador de la construcción. Un caso fue el de Darío Avalos, asesinado hace un año en Villa Fiorito mientras se encontraba pidiendo trabajo en las puertas de una obra de la empresa Esuco, propiedad de Carlos Wagner (integrante del Consejo Ejecutivo de la Cámara Argentina de la Construcción). La patronal colaboró decididamente con esta emboscada criminal contra los desocupados del gremio. Wagner es beneficiario de numerosas obras públicas, enfrenta causas por maniobras de lavado de dinero y corrupción en la adjudicación de dichas obras.


Las declaraciones de Chediak no hacen más que arrojar luz sobre los vínculos e intereses que defiende Gerardo Martínez.


 


Esta alianza estratégica ha sido construida sobre las base de la destrucción de las condiciones de trabajo, de la entrega de conquistas y del derrumbe de los salarios. La parálisis de la Uocra frente a la sanción de la ley pro-patronal de ART impulsada por el gobierno, el desmantelamiento de la organización sindical en la construcción, los sucesivos acuerdos salariales por debajo de la inflación y en cuotas, son algunos de los hechos que indican que Gerardo Martínez ha aportado más que nadie al fortalecimiento de la estrategia de las patronales.


 


Gerardo Martínez ha sido el artífice de la política de patotas, matones y mercenarios con el propósito de perseguir y amedrentar activistas y trabajadores de la construcción. Ha convertido a la Uocra en una federación de bandas armadas que operan como fuerza de choque en todo el país contra los trabajadores, incluso fuera su gremio.


 


Pretender hacer pasar que se trata de “casos aislados” es un despropósito. La Uocra de Gerardo Martínez es sinónimo de mafia, barrabravas y violencia.