Sindicales

29/6/2006|951

UOM: Asamblea General

Para rechazar el acuerdo y votar un plan de lucha


Luego de prolongadas 'negociaciones', la UOM y las cámaras empresarias del sector pactaron un aumento del 19 por ciento. Sólo quedaría por resolver el plazo de vigencia del acuerdo (mientras Adimra y Fedehogar esperan que sea por un año, las otras cuatro cámaras aceptan).


 


El peón pasará a cobrar 885 pesos mensuales; su salario de bolsillo quedará por debajo de la línea de la pobreza. Para ‘hacer pasar’ este acuerdo vergonzoso, se agregaría una suma fija por única vez de 200 pesos no remunerativos.


 


El tope del 19% impuesto por el gobierno no impacta igual sobre todos los gremios. Los camioneros firmaron por un 19% escalonado pero partiendo de un conformado inicial que casi triplica el de un metalúrgico y además se incorporó una suma fija mensual de 260 pesos que ya se cobraba desde fin de año.


 


Algo similar ocurrió con los trabajadores del subte, donde se firmó por el 16 por ciento, pero se incorporaron entre 400 y 500 pesos arrancados con el conflicto de noviembre de 2005. Hoy un peón de limpieza en Metrovías gana 1.920 pesos en seis horas de jornada.


 


Los mecánicos del Smata, por su parte, mediante distintas acciones y quites de colaboración conquistaron un 33 por ciento escalonado llevando el básico en abril a 2.600 pesos.


 


¿Qué tienen que ver estas cifras con la misérrima escala metalúrgica?


 


El acuerdo incluye además una cláusula de paz social que impide adoptar cualquier medida de fuerza. Esto significa que por ocho meses o un año habrá que olvidarse de reclamar no sólo por el derrumbe de nuestros ingresos sino también, por ejemplo, por los miles de tercerizados y trabajadores en negro.


 


En conclusión: se trata de una agachada en toda la línea, que no debe consumarse. Todavía es tiempo, si las bases intervenimos con decisión, de cambiar el curso de resignación al que nos quieren condenar. Lo que está en juego es nada menos que nuestra existencia y la de nuestras familias.


 


Proponemos realizar asambleas por fábrica y llamar a los cuerpos de delgados a convocar asambleas generales en las seccionales y exigir la convocatoria inmediata a una asamblea general de conjunto para rechazar el acta y votar un plan de lucha. Un verdadero plan de lucha que incluya la huelga general y la movilización de todos los metalúrgicos, por el 35 por ciento que el secretariado prometió defender en la paritaria.