Sindicales

25/10/2018|1525

UOM: Cómo encarar la lucha por la reapertura de las paritarias

Y por los puestos de trabajo

El martes 23 se movilizaron trabajadores de la UOM en reclamo de reapertura de paritarias con un planteo de tres cuotas del 5% de acá a diciembre. El gremio concentró en la plaza Congreso para movilizar, en primer lugar, a la Cámara de la Industria y luego al Ministerio de Producción. El acuerdo paritario que cerró en mayo, de un 18,5% y luego un 5%, sólo para la rama 17, lo dejó muy lejos de la proyección inflacionaria que se está calculando para este año por encima del 42%.


LA UOM viene siendo uno de los más golpeados por el ajuste: en los últimos dos años se perdieron 22 mil puestos de trabajo y hubo 20 mil suspensiones (BAE, 21/6). Metalúrgica Tandil anunció su cierre y quiere dejar 200 trabajadores en la calle.

Antonio Caló, secretario general de la UOM, se quejó de las cámaras patronales en declaraciones periodísticas: “No nos pueden decir que se remiten a la cláusula de revisión prevista para diciembre”.  Así, quedó atrapado en la trampa del acuerdo paritario que él mismo firmo.  Y que pretende revisar con una movilización muy por debajo de las capacidades del gremio. 


En efecto: la movilización del 23 no llegó a los mil metalúrgicos, Caló habló de “defendernos como podamos” y que acompañemos las decisiones de los secretarios generales… -o sea, nada de congresos y asambleas, nada que se asemeje a un plan de lucha.


Lo que necesitan los metalúrgicos es una lucha en serio, que debería comenzar con un paro de 48 horas con movilización, para obligar a los empresarios a sentarse a negociar, discutir el adelantamiento de la cláusula de revisión y congelar los despidos por seis meses.


¿Defensa de la industria nacional?


Caló viene llevando adelante una campaña por la defensa de la industria nacional. Si les va bien a los empresarios nacionales, dice,  nos va bien a los metalúrgicos.  Contra esta afirmación, hay que de cir que las patronales amasan sus ganancias sobre la base de nuestra explotación. A su vez, Paolo Rocca (Techint), un referente de la industria nacional, está directamente involucrado en el “escándalo de los cuadernos”, mientras lleva adelante una enorme cantidad de despidos en sus empresas y contrata a trabajadores flexibilizados. De ese modo,  establece en las empresas más grandes una separación entre metalúrgicos de primera y de segunda.


Es necesario defender los puestos de trabajo y el salario llevando adelante medidas que así lo permitan, con la apertura de los libros de las empresas, y la ocupación de toda fábrica que cierre o despida. Frente a la baja de la producción, hay que repartir las horas de trabajo sin afectar el salario. No pueden ser los trabajadores quienes paguen los platos rotos de esta crisis.


La cuestión fueguina


Por su parte, la cuestión de los metalúrgicos de Tierra del Fuego merece un análisis específico. Para los próximos días, está convocada una peregrinación de Río Grande a Ushuaia en defensa de la ley de promoción industrial fueguina y por la prórroga de uno de sus subregímenes específicos hasta 2073. Quien presentaría el proyecto es el diputado nacional Abel Furlán, que integra el secretariado nacional de la UOM. La ley, de 1972, establece un régimen especial aduanero y fiscal de importantes incentivos para la radicación de empresas industriales y comerciales en la región, entre los que se destaca la reducción y exención de impuestos nacionales, la importación de bienes con arancel cero, y la posibilidad de vender al resto del territorio nacional sin el pago de los derechos de importación.


Pero esta directiva, que asume como propia la promoción patronal, no ha exigido en cambio la "promoción obrera",  o sea la defensa incondicional del salario y el derecho al trabajo.  Con los beneficios fiscales que las patronales buscan consolidar, no pueden admitirse despidos ni nuevos ataques al salario. La sección fueguina de la UOM aceptó una cláusula de congelamiento salarial hasta 2020 a cambio de que no se produjeran despidos. Sin embargo, continúa el desmantelamiento de fábricas y hay cada vez más cesantías. Recordemos que el mismo Furlán permitió que pasen más de mil despidos en Siderca, puestos que luego fueran cubiertos con trabajadores tercerizados. También en el sur, necesitamos una política de lucha y de defensa de los metalúrgicos, no de sus patronales. 


No podemos esperar a 2019


Mientras Caló tiene como perspectiva esperar a las elecciones de 2019, los trabajadores necesitan una lucha para derrotar la escalada del gobierno y las patronales. 


En contraste con la política que lleva adelante la dirección de la UOM, los delegados y activistas que son parte de las agrupaciones clasistas metalúrgicas, entre las que se encuentran El Martinete de Villa Constitución, El Mandril de Campana o de Aluar entre otras, están impulsando un congreso de delegados de la UOM con mandato, para desenvolver un verdadero plan de lucha que integre todas las reivindicacione. Inmediata reapertura de las paritarias. ¡Ningún despido! Apertura de los libros de toda empresa que quieran cesantear. Que muestren los balances de los últimos cinco años. Ocupación de toda fábrica que despida. 


En la UOM es necesaria una nueva dirección, por la recuperación de los cuerpos de delegados, las comisiones internas, las seccionales y el sindicato para llevar adelante un programa propio de los trabajadores.