La burocracia de Urbano decidió convocar a un congreso de delegados con el objetivo de expulsar a los delegados de la planta de Montich, quienes denunciaron el fraude de la patronal y el gremio con los Repro.

A través de presentaciones judiciales, los trabajadores lograron un amparo para suspender el congreso y una resolución obligando a la burocracia a convocar elecciones de delegados de la planta el 19 de noviembre.

El operativo contra los delegados de Montich tiene un alcance más profundo. Es parte de la política que las patronales y la burocracia de Urbano se dieron para limpiar las fábricas de un activismo independiente cada vez más destacado, que recurría a la ocupación de fábricas frente a los despidos. El primer objetivo fue Valeo, donde lograron imponer más de 100 despidos y procesos penales contra delegados y activistas.

Montich es posiblemente la fábrica más importante de la UOM Córdoba (540 trabajadores), ligada a la industria automotriz y el cuerpo de delegados ha enfrentado a la directiva varias veces.

Por lo tanto, la defensa de los delegados de Montich se convierte en una cuestión central para el movimiento obrero.