Varios delegados nos vimos sorprendidos ante la convocatoria al plenario, ya que en diferentes congresos se lo había pedido y nunca se realizaba. “Tal vez la ola de despidos y suspensiones los hizo volver a querer ser la histórica UOM de Villa Constitución”, nos preguntábamos.

 

Lamentablemente, el plenario no fue tal. Sólo fue un acto prokirchnerista tratando de mostrar músculo invitando a múltiples sindicatos, legisladores del FPV.

 

Sólo hicieron uso de la palabra quienes estaban en la mesa. No hubo lista de oradores y mucho menos debate. No se hizo referencia a la paritaria entregada por Antonio Caló o al cierre de Paraná Metal. Tal vez por la presencia en la mesa de Carlos Tomada, ex ministro de Trabajo de la Nación.

 

Si bien se pronunciaron a favor del paro general, este no sería contra los despidos o contra la política anti-obrera llevada adelante por el gobierno nacional sino en contra del veto de Macri y en favor de la ley antidespidos del Senado. Mostraron así la crisis política y la connivencia con el poder de turno de las direcciones sindicales que, mediante el trámite de una ley que nunca saldría, obviaron hacer lo que deberian estar haciendo para que no haya un solo despido.

 

Debemos defender los puestos de trabajo con una lucha en conjunto, con un gran paro general protagonizado no por las distintas burocracias sino por los delegados, comisiones internas y comisiones directivas clasistas.

 

Construyamos el paro general desde cada uno de los lugares de trabajo, tomemos el ejemplo de los compañeros del Neumático que, mediante una política clasista, ganaron el sindicato derrotando a la burocracia y al faccionalismo.

 

Hoy la pelota está en la cancha del clasismo.