En el día de hoy en la planta de Tenaris Siat (Techint) de Valentín Alsina la patronal despidió a un trabajador y suspendió a otros tres. Como respuesta a este ataque de la empresa los trabajadores no vacilaron en dar una respuesta contundente con un paro de tres horas de toda la planta, luego de forzar la realización de una asamblea frente a la quietud de los delegados de la UOM.  Los trabajadores plantearon continuar con acciones hasta lograr la reincorporación y que se levanten las sanciones.

 

Tenaris viene trabajando hace meses con suspensiones rotativas con una reducción del salario del 20%; en este cuadro se lleva adelante esta ofensiva buscando lograr un disciplinamiento de la fábrica y sentar un antecedente para futuros “despidos con causa”. A la vez, es un acto persecutorio contra trabajadores que han sido candidatos a delegados en las últimas elecciones.

 

Ya el año pasado se frenaron 15 despidos luego de paros en la planta y movilizaciones al Ministerio de Trabajo. En aquella oportunidad, la seccional de la UOM de Avellaneda actuó recién cuando los trabajadores ya habían tomado el conflicto en sus manos y llevado adelante una campaña de solidaridad con los despedidos. Es la misma burocracia sindical que está de tregua con el gobierno ajustador y las patronales, permitiendo los despidos y las suspensiones en muchas fábricas del gremio, y que ante la conciliación dictada por el Ministerio en el conflicto paritario ha decidido levantar toda medida de lucha por el reclamo paritario a pesar de que el salario del obrero metalúrgico es uno de los más bajos de toda la industria.

 

Luego del paro de los trabajadores contra el despido de Alejando Corso, contra las suspensiones arbitrarias y la persecución laboral, el Ministerio de Trabajo convocó una audiencia a las 10 de la mañana de mañana en Lanús. Los trabajadores llaman a que sean acompañados a la audiencia para exigir la reincorporación. 

 

 

Este ataque del grupo Techint es parte de la ofensiva general de la clase capitalista, que junto a Macri y los gobernadores vienen llevando adelante un ajuste en regla contra los trabajadores, y que coloca más que nunca la necesidad de una alternativa política de los trabajadores y una nueva dirección en los sindicatos.

 

 

 

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