Sindicales

3/7/2017

UTA Córdoba: con el aval de las CGT’s, intentan hacer pasar los despidos


Una furibunda campaña contra los trabajadores de UTA  y la izquierda recorre los medios de comunicación y despierta las diatribas de la burocracia sindical. Se desarrolla luego de los despidos con los que la patronal y Ramón Mestre, el intendente de Córdoba, represaliaron a los choferes por la heroica huelga de nueve días por salario y elecciones libres.


 


Ni Roberto Fernández, secretario general de la UTA, ni ninguna de las CTAs- CGTs han organizado las acciones pertinentes para repeler los 160 despidos y hacer cumplir el acta que todas las partes firmaron el 9 de junio, por la cual se levantó la huelga en una asamblea general. El Ministerio de Trabajo, a través del ministro Omar Sereno, es el encargado de hacer que dicha acta sea acatada por las patronales, de modo que ningún trabajador quede en la calle y tampoco se descuenten los días caídos. Sin embargo, el Ministerio de la provincia no interviene y permite que el intendente y las empresas violen la conciliación obligatoria, porque es parte del frente  patronal que actúa contra los trabajadores. Los medios de comunicación son, sin duda,  miembros estelares  de esta coalición espuria.


 


La razón del ataque consiste en  cambiar el eje de debate frente a los despidos,  cuestión clave  frente a la cual la burocracia no está dispuesta a actuar. Esto choca con la simpatía que la gran lucha de los choferes despertó  en la base de los sindicatos.


 


La arremetida  contra los trabajadores es un tiro por elevación a los despedidos y suspendidos que  abundan dentro de la industria cordobesa, y que se están organizando.


 


Ocurre que se ha constituido un “Comité contra los despidos y las suspensiones”  que agrupó a la combativa agrupación La Tuerca, de Volkswagen, al Sutna (Neumático), a los despedidos de Aoita (transporte), por supuesto a los compañeros de UTA a través de sus cuerpos de delegados, a docentes, salud y  municipales,  etc. junto a la Coordinadora Sindical Clasista, al legislador Eduardo Salas y a Jorge Navarro, dirigente del PO y abogado de varias de estas agrupaciones.


 


Este comité protagonizó una importante movilización hacia el Ministerio de Trabajo el pasado jueves 29 de junio, para exigir la reincorporación de los despedidos de UTA, es decir, el cumplimiento del acta de la huelga.


 


La burocracia sindical, atenta al agrupamiento que se generó para enfrentar los despidos,  vociferó en cuanto pudo los mismos argumentos que la dupla Arcando-Kiener (interventores de UTA Nacional en Córdoba) y Mestre.   En la asamblea de delegados departamentales de UEPC, sindicato docente de la provincia de Córdoba, que debía votar la memoria y el balance, el secretario general Juan Monserrat desplegó minuciosamente su política de encubrimiento de los gobiernos y de las patronales. Monserrat habló en nombre de toda la CGT que se negó a convocar al paro por el triunfo de la lucha de UTA. Dispensó así de responsabilidad a los gobiernos y a las propias patronales y se la endilgó por completo a los delegados y los trabajadores para protegerse de su propia responsabilidad por la inacción de la central que codirige. Ellos deberían dar cuenta ante todos los trabajadores de la provincia cómo piensan proteger la industria y a sus obreros, el transporte,  a los metalúrgicos y a los obreros de la construcción, etc. que pierden puestos de trabajo de a cientos. Contrariamente a la postura del secretario general de la UEPC, la asamblea de delegados de Capital, recibió a las compañeras delegadas de Trolebuses con un aplauso entusiasta y aportó más de $5000 al fondo de lucha. 


 


Luego de la concurrida movilización del Comité contra los despidos y las suspensiones, habrá una nueva reunión que discutirá una  acción de lucha cuyo objetivo es  duplicar la convocatoria anterior para colaborar con la reincorporación de los 160 compañeros de UTA, de los 60 suspendidos de La Tuerca-Volkswagen  y  los de Canteras  Quilpo de Cruz del Eje. Lucharemos para que en la Córdoba de los despidos, la crisis la paguen los capitalistas.