El plan de lucha por los 100.000 de básico y el plan de vacunación, de los trabajadores del transporte de UTA autoconvocados avanza. En la última jornada de cortes el 11/05, en diferentes líneas, se movilizaron decenas de compañeros sin el “aval” de ningún delegado, en un gremio en el cual el activismo es duramente perseguido. En otros casos, los propios delegados se han sumado al reclamo. Además, coincidieron trabajadores del transporte autoconvocados de Tucumán que se movilizaron en la misma fecha a la sede gremial provincial, en reclamo de salarios adeudados. También se debe valorar enormemente que las trabajadoras del gremio participan con reivindicaciones específicas. Son expresiones de una lucha en claro ascenso.

En la paritaria la subordinación de la burocracia sindical a las cámaras empresarias es absoluta, al punto que el reclamo salarial ya ni siquiera se lo hacen a la patronal sino al gobierno, con lo cual se alinean sin tapujos con el pedido de mayores subsidios. Como ya lo señalamos, el gobierno en esta puja no accede totalmente al reclamo empresario porque con sus ingresos privilegia el pago al FMI y al capital financiero. A su vez, el recurso de la liberación de las tarifas que reclama la patronal está limitado por el temor a avivar la inflación y el reclamo social. No es difícil advertir que en este cuadro va a estar nuevamente colocado como variable de ajuste del salario, con una paritaria a la baja.

 

En estas circunstancias, con la burocracia sindical oficialista tan golpeada, el rol de bombero lo juega abiertamente el ala burocrática del moyanista Miguel Bustinduy, “opositor” a Roberto Fernández. Este personero del grupo empresario DOTA, intentó montar todo tipo de maniobras para debilitar el reclamo.  Primero atacó las medidas de los autoconvocados como “funcionales” a R. Fernández, para luego realizar un fracasado intento de copamiento destinado a orientar el reclamo a una disputa entre sectores burocráticos. Bustinduy pretende transformar este movimiento de lucha en un cacareo impotente contra Fernández. Como complemento, lanzaron una campaña “contra la izquierda”, para golpear al activismo clasista del gremio que es parte orgánica de la lucha. Tratan de evitar que los trabajadores intervengan con una política propia que cuestione los compromisos de estos burócratas con la patronal y el gobierno de turno.

 

Profundizar la lucha de los autoconvocados

Los autoconvocados resolvieron la realización de una movilización para el viernes 21/05 al Ministerio de Trabajo en CABA, en el momento en que se desarrollará la negociación paritaria. Esta medida estará precedida de otras acciones previas de agitación y movilización en diferentes zonas del AMBA, en particular de un corte en la zona de Liniers, para el lunes 17/05.

El reclamo de $100 mil al básico inicial requiere para abrirse paso atacar las ganancias empresarias y la política de subsidios del gobierno. Por eso debe ir acompañado de la reivindicación de que las patronales abran sus libros contables para que se haga público el destino que le dieron a los subsidios y que este sea exclusivamente destinado al pago del salario y en consecuencia depositado directamente en la cuenta sueldo de cada trabajador, como lo plantean los choferes del interior.

La confluencia que se produjo entre los autoconvocados del AMBA con los de Tucumán plantea potencialmente la unificación con regionales del interior que vienen luchando, como Córdoba, Rosario, Bariloche, Mar del Plata y otras, planteando la perspectiva en favor de un paro nacional de la UTA que termine con la miseria salarial y los atropellos patronales.