Sindicales

27/5/1993|392

UTA La Matanza

En el último período el gremio se ha caracterizado por la inacción de la directiva gremial (cuando no traición) y el surgimiento de algunos polos de reagrupamiento de una vanguardia luchadora, alrededor de comisiones internas, delegados o agrupaciones políticas, muchas de ellas representadas por militantes o ex militantes de fuerzas  de izquierda.


Estos reagrupamientos están sirviendo como canal de las luchas que comienzan en torno a las reivindicaciones de los trabajadores y la ofensiva de las patronales del transporte. La lucha por la mejora de las condiciones de trabajo y el aumento salarial toma mayor cuerpo a la luz de la inminente elección de delegados de línea.


Ya en ocasión del paro general del 9/11, las líneas 180 y 86 protagonizaron dos importantes conflictos. La 180 estuvo parada durante 10 días y el fallo dividido entre Provincia y Nación (las autoridades de Trabajo de la Provincia fallaron en favor de los trabajadores, mientras que el Ministerio a nivel nacional se pronunció a favor de la patronal; el juicio sigue pendiente), mantiene el conflicto sin solución mientras pesa el pedido de desafuero y despido sobre la comisión interna, que fuera conducción de esa lucha.


La salida de coches que no cumplen con las condiciones indispensables de trabajo: unidades sin freno, cubiertas lisas, choferes con parte de enfermo, son moneda corriente. Los porcentajes de compañeros con tratamiento sicológico crece en forma alarmante y se los fuerza a trabajar medicados con calmantes.


Ultimamente, algunas patronales toman choferes para “el banco”, que trabajando a “hora simple”  cubren las vueltas que para muchos compañeros significan la única posibilidad de incrementar su salario.


La iniciativa del PO de un “comando”  de izquierda para dirigir las luchas ha colocado en estado de debate a no pocos puntos del sector. La unidad de acción de las fuerzas que se encuentran al frente de las principales luchas es el camino a seguir para superar a las direcciones entreguistas y traidoras.


Llamamos a todos los compañeros a sumarse a la lista de pronunciamientos por la conformación de este comando que reclame:


Inmediato aumento salarial ($1.000 de básico).


Estricto cumplimiento de las normas de trabajo y seguridad.


Cumplimiento de la jornada de 7:40. No al chofer “comodín”.


Reclamar la mejora de la atención de salud y respeto del parte de enfermo.


Disminución del ritmo de trabajo. Asignación de más unidades para ampliar los tiempos de recorrido y respetar las esperas en cabecera.


Reclamamos de la directiva de UTA la realización de un paro nacional del transporte por estas reivindicaciones y las de todos los sectores del transporte.


Por un paro activo nacional de 36 horas.


Por una nueva dirección del movimiento obrero.