Sindicales

12/4/2021

UTA: la paritaria no avanza, es necesario un plan de lucha

Las reuniones por las paritarias de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) pasaron sucesivamente a distintos cuartos intermedios en las fechas 4, 11, 22, 26 de marzo y 7 de abril, convocándose una nueva reunión para el 17 del corriente mes. Cinco reuniones sin avances, con la UTA “pintada”, paralizada, frente al fracaso rotundo de una paritaria en la que aún se debate la revisión para el año 2020.

El contenido de las actas (con las que empapelan nuestro retroceso salarial año tras año) evidencian una vez más que las patronales del sector, con el auxilio del sindicato como correa de transmisión, subordinan el incremento salarial a la obtención de mayores subsidios por parte del Estado Nacional, con los que sostienen las ganancias de las empresas, las cuales no muestran públicamente sus cuentas.

Hasta ahora, el Ministerio de Transporte, que es el reflejo de la quiebra nacional, no ha accedido a dicho incremento de subsidios, por lo cual la vía de salida que propone el tándem patronal-UTA, para la paritaria, está empantanada. A su vez, la “incomparecencia” de Transporte no es debido a ninguna postura firme frente a la patronal, sino que expresa la orientación general del gobierno, que, en la puja entre sectores patronales y aunque otorga toneladas de subsidios a distintos sectores, se encuentra condicionado por los pagos al FMI.

Los choferes de colectivos cobran un salario de bolsillo inicial de $50 mil, que está $8 mil por debajo de la línea de pobreza y a $40 mil del salario que una familia tipo necesita para acceder a la canasta familiar ($90 mil). Nuestro básico inicial conformado, de acuerdo a la escala de octubre 2020, es de $63 mil bruto. La paritaria parte de este valor, que difiere de lo manifestado por la propia representación gremial que desconoce la propia escala salarial (reclama sobre una supuesta base de $71 mil). Este nivel salarial hace que los trabajadores se encuentren mayoritariamente endeudados, teniendo que recurrir al crédito para su consumo cotidiano y con dificultades para llegar a fin de mes.

Pero la situación de los trabajadores del transporte es calamitosa no sólo por lo salarial. La segunda ola de Covid arrecia. Se trata de trabajadores considerados esenciales, pero para los que no hay vacunas, ni salario, ni medidas de protección efectivas. ¿Están estirando para suspender las paritarias por el cuadro social que ya está generando la segunda ola de Covid y arreglar alguna suma no remunerativa durante ese lapso?

A los compañeros que son población de riesgo las empresas no les están pagando el salario y de esa forma los presionan para que vuelvan a trabajar, a pesar de la gravedad que plantea el salto en los contagios de los últimos días. Sin vacunas y tampoco sin una obra social capaz de atender una demanda creciente de casos, con un nailon roto y mugroso como toda protección arriba de las unidades.

El cuadro se completa con el crecimiento de los asaltos a mano armada y también de agresiones constantes por parte de pasajeros arriba de las unidades, porque el gobierno liberó absolutamente la actividad económica y en estas condiciones los mínimos criterios respecto a protocolos de higiene y seguridad, como la limitación del número de personas transportadas, son de imposible aplicación.

Ante esta situación, diversos sectores del gremio, entre los cuales se destacan los trabajadores de la 60 y la 540 con sus respectivos cuerpos de delegados, han realizado asambleas precediendo acciones como cortes en Puente La Noria y campañas por medio de afiches, reclamando un mínimo de $100.000, vacunación para todos los choferes, entre otras reivindicaciones, con el fin de que en el marco de las paritarias se haga notar una posición favorable a los intereses obreros. Se necesita con urgencia enfrentar este curso de abierta colaboración de la burocracia sindical con las patronales y la política de paritarias a la baja del gobierno, y desarrollar una intensa agitación por un plan de lucha inmediato por las reivindicaciones planteadas.