Sindicales

6/11/2008|1062

UTE : Por qué se impuso el aparato de Yasky

El jueves 30 se realizaron los comicios de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE, sindicato de base de Ctera en la Ciudad de Buenos Aires). La lista Celeste, kirchnerista, conducción del gremio en los últimos veinte años, obtuvo 3.647 votos (84,7%). Dentro de la oposición, la Lila obtuvo 296 (8,7%), la Rosa 258 (7,6%) y la Marrón (PTS) 107 votos (3,1%). En las urnas no fiscalizadas por la oposición, el oficialismo obtuvo cerca del 100% del padrón.

Más allá de los fraudes, la lista de Yasky-Kirchner supo explotar con todo cinismo la voluntad de lucha de los docentes, que será fatalmente frustrada luego de las elecciones.

UTE y Suteba

La campaña electoral transcurrió en medio de la huelga.

La dirección de UTE convocó a seis paros aislados y sin perspectiva de profundización. Sin embargo, debido a que debía enfrentar elecciones, se abstuvo de seguir el ‘ejemplo’ de su gemela de Suteba, o sea arriar las banderas antes de tiempo.

Los resultados electorales demuestran que esa ‘política’ rindió sus ‘dividendos’: en medio de la lucha, las bases de UTE optaron por sostener a su actual dirección. La posibilidad de un viraje hacia acciones más profundas – como la que planteó la Rosa-  quedó postergada para la próxima etapa. Ya pasados los comicios, con la huelga en un punto crucial, las iniciativas de la Celeste no pasan de una nueva carpa de seis días. La Celeste marca el paso, a la espera del cierre del ciclo lectivo.

Una fracción de la docencia -reunida en asambleas autoconvocadas- advirtió esta maniobra. Una mayoría de estos compañeros no está afiliada, o se desafilió en los últimos años. Este sector ha sido una referencia de oposición para la masa docente, pero no aún una alternativa dirigente.

La Lista Rosa pudo presentarse por primera vez, después de 15 años de proscripción, o sea de “lista única”. Obtuvo un importante 8%, en especial porque representó un planteo homogéneo y militante, rechazando los habituales recursos a la simulación demagógica con que se disfrazan las ‘oposiciones’.

Tribuna Docente realizó una campaña extraordinaria para inscribir una lista completa de candidatos. Además movilizó 75 fiscales el día de la elección.

Dentro de la oposición, la Lila (MST, PCR, Izquierda Socialista), el frente sojero, se disfrazó detrás del candidato Daniel Mazzi, ligado al aparato de la Celeste y ex funcionario del gobierno de Ibarra. La Lila expresó así a un desprendimiento del oficialismo y del aparato estatal, probablemente determinado por la división del kirchnerismo porteño entre el Frente para la Victoria y el ibarrismo. Aún con el respaldo de una parte del aparato, la Lila superó a la Rosa por un margen escaso. La Marrón (PTS) quedó bastante atrás.

La burocracia logró “pilotear” la huelga hasta los comicios. Ahora, tendrá que asumir el desenlace de una lucha que no quiso emprender a fondo.