Desde el 3 de agosto, trabajadores de la contratista de YPF, San Antonio Pride de Las Heras y Caleta Olivia, se apostaron en diez piquetes sobre las rutas y caminos de acceso al yacimiento petrolero afectando la producción, contra la “reestructuración productiva” que firmó toda la burocracia sindical petrolera (Pereyra por la cuenca Neuquina y Ávila y Vidal por la cuenca de San Jorge – Cerro Dragón) con la cámara de empresas contratistas (CEPH) y la de operadoras (CEOPE), en el Ministerio de Trabajo, el 29 de julio. También están con “retención” de tareas (paro por empresa por descuentos salariales) varias trabajadores de contratistas de Comodoro (Bolland, Baker, Wetherford, Siderca, Manpetrol, etc.)

La restructuración abarca jubilaciones compulsivas, reubicaciones en otras tareas, trabajo con mayor velocidad de viento (mortal en zonas como Comodoro con vientos de hasta 200km/h), horarios nocturnos para montaje y desmontaje, simultaneidad de tareas de un mismo operario, controles de ausentismo para que vayan a trabajar enfermos y continuidad en los equipos de perforación aunque falten operarios.

Es una declaración de guerra, porque con las condiciones de riesgo que, de por sí, tiene la actividad, imponer este nuevo régimen significa muerte de obreros. Sumado a los despidos que continúan y amenazan con ser masivos, los descuentos por dos días de paro en Comodoro y Santa Cruz, que sufrieron los trabajadores en las empresas contratistas, la negativa a pagar la miserable cuota del 18% que la burocracia acordó con el Ministerio y las operadoras, conforman un cuadro de ataque feroz a los petroleros, representativo del ataque de conjunto al movimiento obrero, eje de la política de Macri y los gobernadores.

El siguiente paso que quieren dar los pulpos petroleros es la reducción salarial por reducción de jornada de 12hs a 8hs, quita de items como horas taxi y extras. La reunión de la burocracia con el gobierno y las empresas, del lunes 8, apuntará a este objetivo.

En Las Heras, se encuentra el punto más alto de la lucha contra este ataque, con delegados combativos y miembros de la comisión directiva del sindicato, expulsados por el kirchnerista Vidal (secretario general). En Comodoro, Ávila debe mantener en los plenarios, una pose combativa, para contener la huelga que se impone, empresa por empresa, con la jornada de paro general que se dio el 6 de mayo de trasfondo. En Neuquén, se ha formado una Agrupación clasista de Obreros del Petróleo y Pereyra recibe un repudio generalizado por ser un soldado del gobierno y las petroleras.

Por otro lado, Avila declaró que el gobierno dejaría caer alguno de los subsidios a las petroleras. El empresario Bulgheroni recibe un sobreprecio especial por la exportación del crudo de Cerro Dragón. En una operación de despidos y remate, Cerro Dragón podría ser concesionado nuevamente a pulpos petroleros “especialistas” en estos negociados, por chaucha y palitos.

La extensión y organización de las medidas es una tarea que los obreros del petróleo desarrollarán, sacándose de encima a la burocracia sindical.

Por asamblea y plan de lucha ya, ¡vamos los obreros del petróleo!