Sindicales

19/12/2021

Victoria clasista en el Hospital Garrahan

Contundente triunfo de la Lista Roja sobre la Verde en ATE.

delegado electo en la Junta Interna de ATE Garrahan

Las elecciones de Junta Interna en ATE del Hospital Garrahan concluyeron con una clara victoria de la lista combativa sobre la burocracia sindical. Con 219 votos, frente a los 121 de la lista rival, la Roja renovó su mandato al frente de la Junta Interna. Además, triunfó en los cinco turnos (mañana, tarde, noches y franquero). De este modo, el 64.4% de las personas que votaron optó por la lista que reúne a las agrupaciones de izquierda y activistas independientes. La Verde, por su parte, solo recogió un 35.5%. Había tenido impulso explícito de parte del Consejo de Administración (nuestra patronal), de muchas jefaturas y supervisiones y de la dirección nacional de ATE.

Buena parte de la elección se jugó en el balance de los últimos conflictos. La Roja reivindicó haber estado al frente de las movilizaciones y huelgas de 2020, que tuvieron un segundo capítulo aun más fuerte en el segundo semestre de 2021. La Verde, por el contrario, intentó estructurar a su alrededor una línea conservadora, de reacción “frente a tanto conflicto que no consigue nada”. En ese camino, llegaron al extremo de celebrar los descuentos al paro que aplicó la patronal, un caso extremo de carnerismo infame para un sindicato, por el cual los líderes de la Verde nacional deberían rendir cuentas. Los compañeros y compañeras, sin embargo, valoraron las conquistas de la lucha, incluso aunque hayan sido parciales -adelantamiento de cuotas y concesiones similares-. No hubo espacio para una patética versión Verde de “lo conseguimos con diálogo” -con UPCN alcanza y sobra a tales efectos-. Existe una extendida conciencia de que es necesaria una lucha decidida y organizada para arrancar cosas al gobierno de turno -que es en definitiva nuestra patronal-. Es el fruto de una construcción clasista de años, que se refleja incluso en la memoria viva de la gran huelga de 2005. Mientras la dirección burocrática de nuestro sindicato festejaba las medidas patronales contra el paro, la Interna organizó un gran fondo de huelga que permitió paliar buena parte de los descuentos.

La propia selección de candidaturas implicó un contraste con la burocracia sindical, pues como ya se informó en estas páginas, la Roja organizó su lista mediante la votación de trabajadores y trabajadoras que activan o simpatizan con su lucha y su programa. Por esto, llegamos a esta victoria tras dos meses de campaña, que en todo momento estuvieron enfocados en la lucha contra la patronal y la burocracia sindical. Así nos unimos las corrientes de izquierda del Hospital (como la Naranja, que aportó muchas candidaturas) y activistas independientes.

El resultado de la elección tiene importancia, también, con relación al momento político y al “mapa sindical”. En el Garrahan se reflejó la crisis de la dirección Verde y Blanca de la seccional capital. Luciano Fernández, secretario gremial que anunció su ruptura con Daniel Catalano y compañía estos días, fue uno de los “padrinos” de la lista Verde en el Garrahan, junto a Mercedes Cabezas del Consejo Directivo Nacional. Originalmente incluía el lema “Verde y Blanca” pero fue impugnada pocos días antes de los comicios por la dirección de la seccional. Los chispazos no obedecen, sin embargo, a ninguna divergencia de principios. Más allá de las particularidades, tanto la Verde como la Verde y Blanca o su ruptura se colocan en el campo de la integración al gobierno del Frente de Todos. Esta orientación ha tenido consecuencias sobre todas las seccionales de ATE, que dio saltos en calidad respecto de la disolución de sus organismos “democráticos” (plenarios), todo en función de licuar cualquier organización de una lucha contra nuestra patronal, que es el gobierno fondomonetarista de Fernández.

En contraposición con todas las variantes de la burocracia, la Roja denunció el ajuste de Fernández, incluido el congelamiento del presupuesto del Garrahan, y colocó la necesidad de persistir con una Junta clasista para preparar las luchas venideras. Como ya hemos dicho, reivindicamos una agenda exactamente opuesta a la del gobierno y el FMI, que precisamente por eso solo podrá ser encarada en función de un plan de lucha. Vamos por el salario inicial equivalente a la canasta familiar, el establecimiento de un régimen de insalubridad, el fin de la tercerización y toda forma de contratos basura y el rechazo a cualquier convenio flexibilizador. Salimos reforzados para estos desafíos, con muchos compañeros y compañeras que se suman por primera vez, y la bandera alta del frente único.