Los profesionales de la salud municipal de Rosario desarrollaron una gran lucha por el salario. Realizaron durante meses paros de 48 y 72 horas semanales y asambleas masivas con las que obtuvieron una gran victoria frente al gobierno ‘'socialista" de la dudad.

 

Se autoconvocaron frente a la parálisis del sindicato municipal y pusieron en pie una asamblea donde centralizaron el desarrollo de la lucha. Recién en la etapa final del conflicto, un sector se afilió a ATE y eligió una Junta Interna; pero la lucha continuó teniendo un carácter autoconvocado.

 

Fueron a la huelga reclamando un básico igual a la canasta familiar por 24 horas semanales y el pase a planta de los trabajadores contratados y precarizados, entre otros puntos. Con la lucha hospitalaria salió a la luz que la prestigiosa salud municipal se asienta en el esfuerzo y la explotación de sus trabajadores.

 

Todos los esfuerzos por derrotar la' huelga fracasaron. La patronal ‘‘socialista" les descontó un dia de paro, apretó en los hospitales a los huelguistas, trató de poner a la población en contra y desconoció hasta donde pudo la representación de la Asamblea. También, trató de someterla al aislamiento, para lo que contó con la complicidad del sindicato municipal y del Amra (médicos), de la CGT, abiertamente hostiles.

 

Por el lado de ATE (CTA), la conducta fue más perversa: dio un apoyo simbólico. El compromiso de Acedo de convocar a una acción quedó en el "chamuyo". Todos ellos actuaron en función del salvataje del gobierno "socialista” y del frente cívico binnerista que disputa el gobierno de la provincia.

 

Frente a la lucha sostenida, el gobierno "socialista" tuvo que tirar la toalla. Tuvo que cambiar a su secretaria de Salud, Mónica Fein, y ceder gran parte de las reivindicaciones redamadas. Se obtuvo un aumento de 200 pesos para todos los profesionales a partir del 1° de julio próximo, el aumento del 20 por dentó en la asignación profesional sanitaria a partir del 1° de mayo, el pase de todos los eventuales a planta transitoria y el pago de los días caldos en el conflicto del año pasado.

 

Una victoria que confirma que el binnerismo no es una alternativa para los trabajadores.