Se trata de una derrota de la empresa y del gobierno de Sáenz que puso todo el aparato estatal para quebrar a los huelguistas. También del Ministerio de Trabajo de Nación de Fernández que cerró filas con la multinacional del tabaco y pretendió imponer una segunda conciliación obligatoria totalmente ilegal. Es el triunfo de una huelga basada en asamblea de base y en piquetes que fueron claves para defender la unidad obrera y enfrentar las maniobras patronales y estatales.

Con el 42 % se alcanza el mismo porcentaje que habían conquistado las otras dos plantas tabacaleras de la provincia y se rompen nuevamente los techos salariales que pretende imponer el gobierno nacional en el orden del 29%.

La patronal se negó a pagar los días de huelga pero los compañeros seguirán batallando para recuperarlos. También ha quedado planteada la demanda de que se cierren las causas penales que se abrieron contra varios delegados y dirigentes del SOT local.

La organización obrera sale fortalecida con esta victoria en la principal planta de la actividad, la que concentra ahora el procesamiento de la totalidad del tabaco, los obreros han puesto freno al ajuste capitalista que se había impuesto con el cierre de las plantas procesadoras de Alliance One y la Cooperativa. Es una oportunidad para abrir un debate para el desarrollo de una estrategia obrera unificada con los trabajadores de todas las plantas y también con los del campo que enfrentaran en la próxima etapa la introducción de la mecanización de la cosecha. También para enfrentar el desafío de defender el poder adquisitivo del salario en el segundo semestre  ya que la inflación pronosticada llegaría al 50%.