Sindicales

29/12/1994|435

¡Victoria en Propulsora!

El 9 de diciembre fue un lunes negro para Di Tommaso y la súper podrida burocracia de la UOM La Plata. En Propulsora, la fábrica que los burócratas consideraron prematuramente “suya”, la lista Azul, de los interventores de la UOM en la planta, perdió por afano frente a la Verde, que encama al activismo histórico de oposición. La Verde casi duplicó en votos a la lista burocrática patronal, con 243 votos contra 170 de la Azul, la mayor diferencia de las tres últimas elecciones.


Desafueros y despidos


En setiembre del 93, con la comisión interna ” combativa al frente, los trabajadores de Propul­sora salieron a la huelga reclamando 200 pesos de aumento y la marcha atrás en la flexibilización laboral. Al cabo de 22 días de lucha fueron denotados y la patronal (Techint) y la burocra­cia se dieron como objetivo destruir el cuerpo de delegados para terminar con la resistencia de los trabajadores. Techint inició juicio penal a compañeros de la interna y del cuerpo de delegados por haber apoyado la huelga, les pidió el desafuero gremial y, a renglón seguido, los suspendió “por tiempo indeterminado”. La “causa” contra los compañeros represaliados fue una falsificación monstruosa y un ejemplo de las relaciones de clase que unen a los capita­listas con la burocracia y la justicia. El burócrata Di Tommaso (secretario general de la UOM La Plata y “diputado sindical” de Duhalde) acusó a la interna y a los delegados de “anárquicos” e “irresponsables” por no acatar la “orgánica” del secretariado, el juez fue “seleccionado” por su condición de viejo conocido de la burocracia —dictó cursos de “capacitación” en la propia UOM. El pedido de desafuero, no es necesario decirlo, salió en tiempo récord. El objetivo de quebrar toda resistencia se “completó” con la expulsión de los delegados de la UOM, “retiros voluntarios”, un clima de persecución genera­lizado y el nombramiento de interventores puestos a dedo por el sindicato.


La resistencia


Esta victoria no surge de la nada. En las difíciles condiciones creadas por la ofensiva patronal burocrática, y a partir de un núcleo del “viejo” cuerpo de delegados, los trabajadores de Propulsora pararon y se movilizaron recla­mando el retiro de las causas penales y el cese de la persecución y la solidaridad activa de todas las organizaciones de la clase obrera. En condiciones aún más difíciles por el clima car­celario impuesto, llamaron a enfrentar el robo de la “jubilación privada” y obtuvieron una pequeña pero significativa victoria: el 99% de la planta repudió a las AFJPs, se quedó en la estatal y dejó “pagando” a ACTIVA, la admi­nistradora con la que “corre” el secretariado. Un grupo de trabajadores, en representación de la planta, se hizo presente en la Federación de Box en el inicio del plan de lucha de la UOM repartiendo un pronunciamiento masivamente firmado en la planta contra la expulsión de sus delegados y los planes de lucha michos. Pro­pulsora cumplió masivamente los paros de la UOM y el activismo intentó apoyarse en ellos para replantear la lucha en la planta.


Todo este proceso mantuvo, con alzas y bajas, una línea de resistencia y una red de activistas que estuvo dispuesta a “poner la cara” frente a la maniobra urdida por la patro­nal y la burocracia para “legalizar” la interven­ción.


La “convocatoria” a elecciones fue el mo­numento a la farsa, secreta y lanzada con apenas 72 horas de anticipación en un transparente alejado de las secciones. La burocracia “llamó” a elecciones sólo cuando creyó asegurado el monopolio sindical y, sobre todas las cosas, que el activismo no podía presentar una lista que amenazara el “unicato”. La maniobra terminó en un fracaso absoluto: los interventores fueron derrotados en todas las secciones de la fábrica y aun entre los “pibes”, jóvenes que ingresaron en el último año y que no vivieron la experien­cia anterior.


La victoria de la Verde puede abrir una nueva etapa en la fábrica y aun en el movimien­to obrero de la zona. La recuperación del cuerpo de delegados está abriendo el debate sobre todas las reivindicaciones contenidas: reclamo salarial unificado (hoy la fábrica está partida y los salarios atados a las “carpetas” de flexibilización laboral), efectivización de todo el perso­nal contratado, reincorporación de los despedi­dos a la fábrica y de los expulsados a la UOM.

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