Sindicales

21/3/2001|699

Victoria obrera en la legislatura

El pasado miércoles 7, la Legislatura votó por unanimidad el proyecto de declaración de Jorge Altamira cuyo texto rechaza los 218 despidos y la supresión de guardas en la línea B de subterráneos.


Los delegados y activistas intervinieron en la elaboración y redacción del proyecto, cuyos fundamentos constituyen un verdadero alegato contra el régimen patronal y cada una de sus manifestaciones.


El texto impugna la eliminación de los guardas denunciando las limitaciones de las ‘mejoras técnicas’ introducidas.


El proyecto alerta contra las consecuencias imprevisibles que tendría la medida sobre la integridad física de usuarios y trabajadores, al recargar en el conductor tareas esenciales vinculadas a la seguridad del servicio. “El conductor se vería sobrecargado de tareas y obligado a responsabilizarse de los pasajeros durante su ascenso y descenso del tren.” Los dispositivos técnicos incorporados, por otro lado, no garantizan que, cuando los mismos indiquen “puertas cerradas, éstas no se encuentren atrapando correas de bolso, prendas de vestir o miembros humanos”. Asimismo, accionada la señal sonora automática, las puertas demoran apenas tres segundos en cerrarse. “Si el pasajero efectuara su ascenso o descenso a destiempo quedaría atrapado entre las puertas. El guarda en la actualidad, en cambio, permite el libre ascenso y descenso de pasajeros hasta que advierte que ningún pasajero tiene intenciones de ascender o descender del tren”.


Altamira desenvolvió todos estos aspectos de la denuncia, en el marco especial de una nutrida delegación de trabajadores de Metrovías, que se hizo sentir en la aprobación. Altamira se encargó de destacar este hecho y destacó que en ese protagonismo de los trabajadores, en su fuerza y capacidad de movilización independiente residía la suerte y el desenlace final del conflicto.