La directiva de la UOM y la Comisión Interna de Acindar firmaron un acta de suspensiones que hipoteca el futuro de los trabajadores de la empresa y de toda la seccional.

Con el argumento de una caída de la demanda interna, la patronal impuso un plan de periódicas suspensiones con diversas modalidades durante un año, hasta marzo del 2017.

Comenzaron el 18 con la paralización de Acería y hasta mayo el salario de bolsillo será de un 85%. A partir de junio pasará a ser del 75%.

La Directiva de la UOM aceptó el argumento de la patronal de que así se evitarían los despidos. Sin embargo, como lo denunciaron algunas Asambleas de sector, el acta no dice que no habrá despidos y es más que claro que los problemas de mercado serán explotados por la patronal contra el movimiento obrero.

En este contexto de avance patronal y desmovilización obrera se darán las paritarias metalúrgicas; lo que hace presumir que también irán por las conquistas de fábrica.

La ofensiva patronal está alentada por la arremetida antipopular del macrismo. Los miles de despidos de estatales en la nación, provincias y municipios fue la orden de largada para que las patronales avanzaran en el mismo camino. Hoy hay más de 100.000 despidos y van por más. La burocracia sindical kirchnerista y moyanista están acompañando esta ofensiva patronal manteniendo paralizados a los sindicatos; privilegiando sus propios intereses de camarilla.

El ajuste macrista tiene el apoyo de los gobernadores y legisladores del massimo, kirchnerismo y de los socialistas de Hermes Binner. Todos ellos, más allá de alguna retórica mediática, apoyan el pacto colonial con los fondos buitres.

El camino elegido por la Directiva de la UOM es de retroceso para los metalúrgicos y para todo el pueblo de Villa. La desmovilización y aceptación de suspensiones por un año sin ninguna garantía de que no habrá despidos, en un marco recesivo, tendrá consecuencias nefastas sobre los trabajadores de Acindar, los tercerizados y los talleres.

Es un camino que ya fue recorrido. El cierre de Paraná metal fue una catástrofe social que no provocó ninguna acción real ni del gobierno de Cristina ni del gobierno socialista en la defensa de los puestos de trabajo y es lo mismo que está pasando ahora con el cierre de la química Ar Zinc del Cordón de San Lorenzo.

Hay otro camino para enfrentar la ofensiva patronal y los planes de ajustes contra el pueblo. Es necesario poner de pie la UOM Seccional y al pueblo de Villa; es necesario superar la desmovilización actual.

Los docentes de Santiago del Estero y los estatales de Tierra del Fuego están protagonizando verdaderas rebeliones en defensa del salario. En Pergamino una pueblada salió a enfrentar los tarifazos de luz.

Es necesario la convocatoria de un congreso de delegados de los metalúrgicos de Villa y de las fábricas del Cordón industrial de San Lorenzo para organizar la lucha por la prohibición de