Luego de que los trabajadores rurales se presentaran muy temprano en las puertas de la seccional Nº 247 de Uatre en Villa Regina, reclamando la renuncia del secretario general Pablo Cariman, el bono a la esencialidad, la caja navideña, el plus por zona desfavorable y un salario digno, se terminó por definir un acampe en donde funciona la seccional.

Las oficinas (una casa alquilada) no se han ocupado, y los trabajadores han asegurado su integridad y su pleno funcionamiento. De hecho son los trabajadores quienes quieren resguardar todo lo que allí se encuentra y hacer de la seccional una seccional democrática y de puertas abiertas, que comience por mostrar los libros contables de la seccional.

Entre las provocaciones que recibió el justo reclamo se encuentran las declaraciones radiales del secretario general, que tilda de antidemocráticos a los trabajadores, cuando en realidad luchan por la democratización del sindicato. Justamente quien no ha resultado ser democrático ha sido éste mismo, que mantiene el portón de la seccional cerrado a la hora de atender afiliados y sus familias.

 

Varias esposas de trabajadores, que llegaron para ser atendidas, contaron que la obra social funciona mal y que no cubre casi nada. Fueron los propios trabajadores quienes aseguraban el funcionamiento de la obra social y la seccional, avisando de la presencia de afiliados que se terminaron por ir sin ser atendidos.

Tenemos que sumar que el mismo secretario ha firmado paritarias de miseria y pobreza todo el año, sin siquiera llamar a una sola asamblea o plenario.

Cuando por ambos lados aparecieron patrulleros y policías, un vocero policial se acercó con el fin de comunicar que el secretario general había denunciado a los trabajadores de que estaban reteniendo a las trabajadoras de la obra social. En realidad lo que sucedía, que se corroboró en los hechos, es que el secretario intentaba colocar a las trabajadoras como un escudo ante el reclamo de los trabajadores.

Así lograron que la fiscal de turno, Vanesa Cascallares, se hiciera presente para observar la situación y ser testigo de que no existía ninguna privación ilegítima de la libertad contra las trabajadoras. De hecho, los trabajadores dejaron claro que el único responsable era Pablo Cariman que, vale decir, nunca se acercó. Los trabajadores le solicitaron a la secretaria, a la policía y a la fiscal que le den aviso para dialogar y entregar un petitorio, sin lograr su cometido.

El acampe pacífico que se desarrolla en estos momentos cuenta con una organización que evidencia el crecimiento de la conciencia de los trabajadores, que de la autoconvocatoria a principio de año terminaron el 2020 conformando una agrupación independiente que se desarrolla democráticamente, como toda una dirección. Eso lo demuestra que la agrupación ha llamado y convocado, en reiteradas veces, a todo el movimiento obrero rural de las provincias de Río Negro y Neuquén a realizar asambleas en todos los lugares de trabajo, que debatan lo que viene sucediendo y voten sumarse a la lucha por todos los derechos. El secretario general ha optado hace tiempo por el camino contrario.

Desde el Partido Obrero brindamos todo nuestro apoyo a los rurales organizados de Villa Regina y convocamos a todos los sectores antiburocráticos a solidarizarse con ellos. La seguridad y la integridad física de cada trabajador y trabajadora rural, que acampan pacíficamente en la seccional, es plena responsabilidad del Estado, que bajo el ala de los partidos patronales no actúan ante una infinidad de irregularidades y, en segundo lugar, de la actual dirección del sindicato, que ante cada nuevo paso en la organización y la lucha de los trabajadores ha intentado criminalizar y judicializar a los mismos.

Todo el apoyo. Zona desfavorable Ya. Basta de criminalización y persecución de los trabajadores. Por una Uatre democrática y de puertas abiertas. Por un congreso de todo el movimiento obrero rural.