Sindicales
20/4/1993|388
Viva la lucha de los municipales
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La ocupación de los edificios municipales de Formosa por los 1.600 obreros y empleados en huelga, ha entrado en su cuarta semana con la realización de una multitudinaria marcha de apoyo a la lucha. La Municipalidad pagó los sueldos de marzo sólo a aquellos pocos, que no se plegaron a la huelga. Después de 25 días, lejos de ‘ablandarse”, la ocupación se radicaliza.
La ocupación comenzó ante la negativa patronal de considerar el reclamo de un aumento salarial de 150 pesos y la equiparación del monto de las asignaciones con las pagadas a nivel nacional. En la actualidad, el sueldo de los municipales formoseños ronda los 190 pesos.
Desde el vamos, los trabajadores enfrentaron una enorme presión: “la policía, con sus equipos antimotines, perros, personal montado y especializado en asaltos se apostó frente a los edificios ocupados” (Crónica, 1/ 4) y “libró varias órdenes de captura contra los dirigentes del gremio municipal” (Crónica, 31/3). Los jueces, por su parte, libraron sucesivas órdenes de desalojo contra los huelguistas. Los trabajadores resistieron el ataque del aparato estatal con enorme vigor: rechazaron cada una de las intimaciones judiciales y “prometieron” incendiar todas las instalaciones en caso de ser atacados por las fuerzas de seguridad (Crónica, 31/3).
La resistencia obrera paralizó al gobierno municipal —y también al provincial— quienes se han resignado a ver impotentes cómo la lucha de los municipales ganaba apoyo en la población.
La lucha de los obreros y empleados municipales de Formosa no sólo pone de relieve la tenacidad de los trabajadores, sino algo aún más importante que, en caso de generalizarse, puede cambiar la fisonomía de todo el movimiento obrero argentino: los trabajadores municipales formoseños superaron—por medio de la lucha— los prejuicios “legalistas” con que la burocracia envenena la conciencia de los trabajadores. La experiencia de la lucha de los municipales formoseños vale para todo el movimiento obrero argentino.