El miércoles, toda la clase obrera y los trabajadores demostramos, en Córdoba, que no vamos a dejarnos meter la mano en el bolsillo y que vamos a defender a nuestros jubilados y a nosotros mismos cuando nos toque jubilarnos. Nos juntamos a la 9 de la mañana en la sede del gremio y marchamos a la Legislatura para impedir que sesionaran, sabiendo que desde la 6 de la mañana estaba todo vallado y que los legisladores ya estaban adentro. Quisimos impedir la sesión y nos enfrentamos con la policía en tres momentos: en Deán Funes y General Paz, en Obispo Trejo y 27 de Abril y en la plaza San Martín.

Muchos compañeros de otros gremios, por desorganización o por otra cosa, nos dejaron solos. Estuvimos hasta donde aguantamos y le demostramos a este gobernador que no vamos a dejar que le meta la mano en el bolsillo a nadie y que vamos a seguir luchando hasta el final. Esta ley nos afecta  mucho a los trabajadores en actividad; en nuestro caso, además, nos quita la obra social propia que tenemos y nos mete de prepo en el Apross (la obra social provincial). Esto hay muchos que no lo saben. Nos cambia el cálculo. Nos afecta mucho. Este señor, si tenía problemas con la Nación, nos hubiera convocado y nos íbamos todos a Buenos Aires y no lo que hizo.

Esta lucha es sin cuartel, no tiene vuelta atrás. Yo escuché que Schiaretti llamó al diálogo pero no hay más posibilidades de diálogo. O se deroga la ley o Epec no va a trabajar más. Con las consecuencias que todo el mundo sabe, porque de Epec sacan la plata para pagar el sueldo a los maestros, a la policía, para pagar jubilaciones a un montón de empleados de la provincia.

Reivindico la lucha de los compañeros. Reivindico a Luz y Fuerza y a todos los compañeros de los otros gremios que estuvieron presentes y lucharon junto a nosotros. Y queda demostrado una vez más que Córdoba es la llama para salir adelante de todos los modelos neoliberales que imperan en el país.