La reforma del gobierno generó enojó e indignación. La conducción de UEPC le hace las cuentas al gobierno y desinforma. Los docentes se sienten traicionados.

UEPC Colón no hizo nada: no convocó a asambleas, no realizó plenarios, hubo un silencio total de la conducción. La conducción provincial estuvo en la reforma de la ley 8.024, porque consideran como un avance la ley nacional 24.016, régimen especial docente, que era lo que habían acordado, para darle el “ok” al gobierno.

En las asambleas de principios de año fuimos instalando el debate ante la amenaza de la reforma. Defendíamos la plena vigencia de la ley 8.024. Luego comenzamos a visitar los colegios y dar charlas informando lo que UEPC no quería. Los docentes de Colón participaron de tres movilizaciones con la Fucsia. El miércoles, cuando todavía no se había votado, la conducción se retiró de las calles; con los compañeros hicimos una asamblea y decidimos quedarnos hasta el final.

Los trabajadores estaban decididos a no entregar nada. Esto no terminó el miércoles, se ha disparado un movimiento de lucha que necesita organización, los compañeros van salir por los impuestos, por el salario.

Acá hay algo que se ha disparado, el gobierno quiso apagar un incendio con nafta. Lograron los votos, pero no van a poder frenar las luchas que se vienen.

Se siguen organizando las acciones que surgen de las bases, que están decididas a no aceptar esta entrega. Dándoles una orientación y organización que podrá devenir en asambleas horarias, para luego transformarse en asambleas zonales y acciones que surjan hasta poner contra las cuerdas a la conducción y no dejar pasar las traiciones sistemáticas que han sufrido los docentes, en particular.

Nunca nos preguntaron si estábamos de acuerdo. Ahora llaman asambleas horarias porque se ve obligados por las bases. Desde la Fucsia vamos a defender la restitución de la 8.024, la reapertura de las negociaciones salariales, y un plan de lucha de paros progresivos para que la reforma no pase.