Sindicales

20/11/1997|565

Volkswagen y Ford: No a las suspensiones, que se repartan las horas de trabajo

El ‘pacotazo’ brasileño les llegó más rápido que el rayo a los obreros automotrices argentinos. La VW suspendió el viernes 14 y lunes 17, anunció igual medida para el viernes 28 y la cosa se agrava todavía más en diciembre. Para el último mes del año ya estaba comunicada una suspensión de una semana,‘acaballada’ con las vacaciones que comienzan el 22 de diciembre. Ahora, esa suspensión previa sería de 15 días, y muchos creen que no se trabajará en todo el mes.


Durante toda la semana pasada, la línea fue un hervidero. Recién el día previo a la primera suspensión pasó un delegado por la línea informando del cronograma y ‘tranquilizando’ con la especie de que no habría despidos hasta marzo, cuando la patronal evaluaría qué hacer, teniendo en cuenta que la producción del Gol va casi integralmente a Brasil, lo mismo que la cuota de Polos. Además, los delegados garantizaron el consabido 75% del salario durante los días de suspensión.


Como es de imaginar, después de semejante informe para ‘despejar dudas’ y ‘fantasmas’, quedó entre los trabajadores de Volkswagen la certeza de una situación gravísima.


¡Pero no se realizan asambleas para informar de tamañas novedades! Máxime cuando, puerta de por medio, en Ford comenzó simultáneamente, el lunes 17, una suspensión de 15 días corridos. ¡Casi 4.000 obreros suspendidos de un saque no fueron motivo para que el Smata y las Comisiones Internas convocaran a Asamblea de fábrica ni de secciones!


En este cuadro, el pago del 75% de los días de suspensión es usado como herramienta de desorganización. El 75% tiene sentido ante una suspensión coyuntural, ¿pero es ésa la situación?


Está a la vista que las suspensiones tienen un carácter preventivo. La violencia de la reacción patronal huele a aprovechar la volada de la crisis para acelerar los planes de flexibilidad laboral que están en la carpeta de todas las patronales.


Los trabajadores mecánicos no pueden esperar los acontecimientos, pues de ser así, nos encontrarán del otro lado del alambrado. No se puede esperar marzo, ni siquiera diciembre; luego vienen las vacaciones y a la vuelta la patronal tendrá el paquete preparado.


El Partido Obrero impulsa inmediatas Asambleas de sección y de fábrica. Los propios compañeros de Ford podrían ser convocados por los medios de difusión para discutir nuestra salida, la de los trabajadores, ante la crisis. Y llevamos una propuesta: reparto de horas de trabajo, sin afectar ni un peso el salario. La crisis no es responsabilidad de los obreros, que la paguen las patronales.


En el actual cuadro, el problema de las suspensiones y el problema de los despidos son una misma cuestión, los segundos vendrán como consecuencia de lo primero. Conformar a los compañeros con el 75% es la política del avestruz, por la crisis económica internacional y por la reforma laboral, los despidos están en la punta del camino de las suspensiones.


Tampoco se trata de un problema exclusivo de los trabajadores automotrices. Los metalúrgicos autopartistas de Corni acaban de sufrir 23 despidos para hacerles pasar una rebaja salarial, ahora se agravará la ofensiva. La industria de la alimentación tampoco será ajena a la crisis, de acuerdo a su participación en las exportaciones del Mercosur. Interfabril en la zona Norte, es el único camino para enfrentar la ofensiva.