Los medios de comunicación señalan que el SMATA negocia con VW para evitar despidos. Nada más lejos de la realidad, lo que se negocian son los despidos.

La crisis en Volkswagen es la punta de un iceberg que alcanza a toda la industria automotriz. Luego de años de ganancias records y un aumento exponencial de la producción (que descansó en un régimen de subsidios, contratos laborales flexibles y tercerización) la mentada “industrialización K” – tan alabada por la burocracia del SMATA – muestra su verdadera cara: un proceso de ensamblado de piezas importadas.

Hoy, ante la baja del mercado, “el modelo” se cae a pedazos y la primer variable de ajuste son los trabajadores. La dupla Pignianelli-Manrique es parte activa de todo este mecanismo de superexplotación y achique de personal.

Entre despidos “a cuentagotas” y prejubilaciones se perdieron en VW Pacheco más de 100 puestos de trabajo en los últimos meses. Los retiros voluntarios que se han abierto ahora, con acuerdo del gremio, tienen por función preparar las condiciones para desprenderse, del modo que sea, de 700 compañeros.

El salario también

El reajuste salarial trimestral cerró en un 11,8 por ciento, un punto por debajo del índice que SMATA y ADEFA toman como referencia. A esto hay que restarle el descuento compulsivo del 1 por ciento que la burocracia impuso al conjunto de los afiliados disfrazado de un “seguro de vida solidario”.

Y por supuesto, la confiscación del impuesto al salario que a los mecánicos golpea duramente (se desató una “pequeña rebelión” en estos días entre los trabajadores de Mercedes Benz; un sector se autoconvó en asamblea para reclamar que la empresa se haga cargo del descuento).

El reajuste trimestral automático, que vino a reemplazar a las paritarias, tuvo entre sus objetivos eliminar las asambleas, que aunque regimentadas, eran un factor de presión y deliberación. La burocracia se juego a muerte en bloquear cualquier ámbito de intervención de los trabajadores, consciente de que la bronca crece y crece. Por esta misma razón postergó por tiempo indefinido las elecciones de cuerpo de delegados en VW-Pacheco.

La lucha en contra de los despidos y las suspensiones no se puede separar de la defensa del salario. La constante deliberación y presión de los compañeros de VW hacia los delegados de la Verde abre grietas y quedan expuestas sus contradicciones. Siguiendo el ejemplo de los compañeros de Mercedes tenemos que autoconvocar la asamblea para discutir y votar un plan de lucha que ponga freno a la ofensiva de la patronal.

Gaspar