En su intervención en el plenario, la interna de WC comentó que la patronal de Quad/Graphics les había ofrecido a los trabajadores conformar una cooperativa, cediéndoles las instalaciones por veinte años. Lo más importante de esto es que estaría confirmando la intención patronal de cerrar la planta.

 

Como la propia experiencia de Donnellley ilustra, la viabilidad de una cooperativa -en especial en el marco de la reorganización de la industria gráfica que está en curso- es más que dudosa. Supone resignar créditos laborales para asumir el riesgo de competir contra pulpos en condiciones de inferioridad productiva y financiera; lo que lleva inexorablemente a una autoexplotación creciente sin el límite del convenio colectivo.

“Nos gustaría estar en la sociedad socialista, pero esto es el capitalismo” y “lo de la expropiación estatal con control obrero es mentirle a los trabajadores”, manifestó enérgicamente el secretario adjunto, Amichetti, en defensa de la cooperativa y de la Red Gráfica.

 

La expropiación bajo gestión obrera se inscribe en una perspectiva de combate contra el capitalismo; sólo entendida así, como parte de esta lucha estratégica y general, puede ser una alternativa. Pero hoy, lo que está planteado ante la crisis de WC es el rechazo al concurso de acreedores, la apertura de los libros y balances de los últimos años, la lucha contra la maniobra patronal para desembarazarse de sus responsabilidades y la exigencia al Estado para que garantice la continuidad.

 

Esto requiere una movilización del conjunto del gremio.