Yasky disimula, pero es Moyano

Micheli no es alternativa

Quince días antes de las elecciones, Yasky ha salido a la cancha con el curioso argumento de que una CTA degennarista, “ideologizada y radicalizada es funcional a Moyano y no tendría competencia en el campo nacional y popular”. En la misma línea, aclara todo el tiempo que su referencia es Sabbatella y no el PJ, cosa que no lo salva demasiado porque el ex intendente de Morón fue una pieza clave en la defensa del pago de la deuda externa con reservas en el momento más crítico (y proimperialista) del gobierno. Se nota que necesita despegarse de la patota del camionero cuando éste se avalanza sobre el PJ y se anota cada día más como la columna vertebral del kirchnerismo.

Pero a Yasky le pasa como al escorpión, no puede con su genio. Ante la polémica entre la UIA y Recalde por el proyecto de ley de participación de los trabajadores en las ganancias, el ladero yaskista Pedro Watseijko, del neumático, salió al instante con todo a defender el planteo de Moyano. Justamente en su gremio, que gana 14 pesos la hora (2.700 mensuales) después de paritarias con los peores regímenes flexibles de toda la industria y donde el proyecto Recalde-Moyano sería, por sobre todas las cosas, una excusa para aumentar la productividad, o sea la explotación, y para desviar la atención de los reclamos de aumentos de acuerdo con la inflación y a la canasta familiar (y esto con el macaneo de participar en las ganancias). En Firestone, donde el Sutna yaskista impuso esta variante, durante años enteros no se cobró y en otros casos fueron migajas porque las patronales manejan sus balances a gusto y piacere.

El moyanismo de Yasky es indisimulable. Su copamiento de la CTA avanza a paso firme sin que el degennarismo ofrezca una alternativa, como se revela en el hecho de que frente a la gran lucha impuesta por las bases de Paraná Metal, la degennarista UOM de Villa Constitución acompaña a cuerpo muerto, sin un paro en Acindar y en toda la seccional, tratando de levantar la medida toda vez que puede. Micheli, por su lado, se fue a sacar una foto con los docentes de Quilmes (que le aportó el PCR), pero la izquierda degennarista carnereó el parazo del 1º y 2 de setiembre que hicieron los docentes bonaerenses convocados por Udocba. En tanto, sus referentes políticos, Solanas y Lozano, trenzan con el sojero Binner, que es el patrón de docentes y estatales santafesinos, y cierra filas con Kirchner y Cristóbal López ante los obreros de Paraná Metal. Micheli está tan ausente como Yasky en la lucha por la reapertura de las paritarias estatales y en la batalla por el 82%.

La Lista 3 se puso a la cabeza del llamado al paro en el Suteba, acompañó desde el vamos la propuesta de los activistas de Paraná Metal de cortar la autopista –planteando una salida de fondo de reorganización industrial a cargo del Estado– protagonizó el único acto ante el Congreso por la aprobación del proyecto del 82%, está en la primera fila de la lucha de los docentes universitarios y por la reapertura de las paritarias estatales -las peores de todo el movimiento obrero: peores que las de los gordos (Sanidad cerró en el 32%), peores que la de Moyano. No hay peores paritarias que las de Yasky y Micheli. Vamos con los luchadores de la Lista 3.