Sindicales

15/7/2015|1372

YPF y Vaca Muerta: de la inversión al negocio financiero

EXCLUSIVO DE INTERNET


El fondo Mason, con sede en Nueva York redujo su participación en YPF, siguiendo los pasos de los buitres Delgado, Soros, Loeb y Perry (IHT, 8/7). Estos fondos compraron acciones de YPF cuando su precio se estaba desmoronado por el retiro de Repsol y la apropiación del 51% de esas acciones por el Estado y acaban de vender ahora con una ganancia extraordinaria. A partir de noviembre de 2014, cuando el Congreso votó la indemnización a Repsol, el precio por acción se recuperó de 9,57 a 38 dólares.


Forma parte, de todos modos, de un proceso de conjunto. En el corazón de Vaca Muerta, las empresas compran acres de áreas con potencial, pero las inversiones no pasan de planes "piloto", a cuenta gotas. Toma la forma de una reserva a cuenta de un hipotético negocio futuro, y no una inversión petrolera.


Petrobras, acosada por las denuncias de corrupción y su propia crisis, ahora vende sus activos para reducir deudas. En la carrera para hacerse de ellos aparecen anotados YPF, Pluspetrol (Rey y Poli), PAE (Bulgheroni, BP y la china Cnooc), Tecpetrol (Techint) y CGC de Eunekian. Petrobras ya le vendió este año a CGC toda su participación en las áreas de Santa Cruz.


PAE, la compañía de los Bulgheroni, pretende una extensión (así como lo hizo en Chubut) de un contrato en un área gasífera de Neuquén y lo está negociando con Sapag. Es un espejo de la operación que surgió en Cerro Dragón, en Chubut durante la etapa final de la gobernación Das Neves, donde se utilizó la compra de áreas sin valor para blanquear las coimas. La Ley de Hidrocarburos le da la "seguridad jurídica" que se requiere, porque autoriza a solicitar infinitas prórrogas de diez años, haciendo que una misma empresa pueda manejar a perpetuidad un yacimiento.


Sin embargo, los ejecutivos de Chevron se mostraron conformes en su reciente reunión con el gobierno y dijeron: "La explotación de los recursos no convencionales puede revolucionar el paradigma energético de Argentina, como ocurrió en Estados Unidos". Han invertido 1.500 millones de dólares y seria, junto a la mucho menor de Petronas, las únicas inversiones existentes, palanqueadas por el precio interno del crudo 20 dólares por encima del internacional, a costa del colosal aumento de las tarifas internas de los combustibles.


Tomado de conjunto la etapa de las inversiones masivas no llegan y esperan el recambio de gobierno y nuevas medidas económicas, que profundicen el proceso de mayores tarifas, giro de utilidades, devaluación y baja de los costos laborales.


Los jinetes del ajuste


Los presidenciables Macri y Scioli han manifestado que mantendrán la actual gestión de YPF, responsable de las alianzas con Chevron y demás pulpos. En Neuquén, pero también en otras provincias petroleras, los popes de gobierno y los petroleros se alinean en pos de esa perspectiva. Sapag ha tomado distancia de CFK y esta vez el MPN no irá con boleta adherida al Frente para la Victoria. Pereyra ha abandonado su posición opositora al gobierno nacional, y hoy es el principal aliado de Sapag. Mientras tanto, la guerra de precios a escala internacional se descarga en el país con una ola de despidos de obreros petroleros que recorre la Patagonia, con la burocracia sindical manifestando que "se acabó la época de oro" (Pereyra).


Los jinetes del ajuste pretenden defender estos intereses cueste lo que cueste. La única alternativa a ellos es el Frente de Izquierda-PO que plantea la nacionalización de toda la industria petrolera bajo control obrero, la prohibición de despidos y suspensiones y lucha por el salario y la abolición del impuesto al mismo.