En el marco de la oleada de luchas que repudian los techos salariales pactados entre el gobierno y la burocracia, los trabajadores del Nación vienen realizando asambleas y batucadas en Casa Central todos los jueves (impulsadas por un sector de la oposición), desde que se firmó el bochornoso aumento del 14%. En este marco de rebelión de la base, la Comisión Gremial Interna de Buenos Aires (que hasta ese momento estaba completamente paralizada) convocó a las apuradas a un paro los días 23 y 24 por aumento en los tickets, por el reitegro del impuesto a las ganancias, por el pago del 2% por año de antigüedad y otros reclamos particulares. La Interna, que apoya el acuerdo de Zanola por el 14%, se cuidó de no hablar de aumento de salarios.

La medida, que en principio tenía alcance sólo para Buenos Aires, se fue extendiendo como reguero de pólvora a todo el país, incluso en las seccionales donde la burocracia puso todo su aparato para impedirlo. Zanola, que se enteró cuando la huelga ya era un hecho, avaló a regañadientes en la seccional Buenos Aires y pidió al gobierno que decretara la conciliación obligatoria en todo el país. La Comisión Interna acató inmediatamente la conciliación, pero los bancarios continuaron durante horas con la medida y le impusieron a la Interna que a la reunión con las autoridades vaya un veedor designado por la asamblea.

El estado asambleario se mantiene y la decisión de no aflojar hasta obtener una respuesta está inquebrantable. La burocracia zanolista empezó a hacer agua por todos lados.

El MST, bochornoso

El MST firmó un comunicado junto al resto de la Interna (dominada por el zanolismo) avalando el acuerdo del 14% (lo dibujan y dicen que en realidad es más), y festejó un fallo judicial contra los trabajadores que presentaron una demanda contra el Banco por el reintegro de un dinero adeudado (por el decreto 392). El delegado Daniel Mercado, que toma partido por la patronal en el Banco Nación, es candidato en las elecciones para Legislador por la "nueva izquierda".