Sindicales

3/8/2006|957

Zarate-Campana: Los químicos salen a la lucha

En solidaridad con Faplac

El miércoles 26 se realizó una Asamblea General de los Químicos de Zárate y Campana. Quinientos compañeros, delegados, activistas de las veinte empresas del sindicato y obreros de Faplac desbordaron la sede gremial. La reunión fue convocada para resolver medidas en solidaridad con Faplac. No sólo las instalaciones fueron desbordadas: la propuesta de la Comisión Directiva de parar una hora por turno fue superada por la moción de un delegado de base que planteó paros progresivos de 24, 48 y 72 horas. La Asamblea ovacionó esta moción.


En Faplac se sostiene, desde hace dos semanas, un paro con piquetes en puerta de fábrica. Los compañeros reclaman por el encuadramiento sindical. Durante los cinco años que la empresa lleva radicada en el Parque Industrial, la patronal mantuvo a los compañeros en el gremio de la madera (que no existe en Zárate). Esta fue la herramienta para imponer la más extrema flexibilidad laboral: no se respetaban horarios de descanso ni las condiciones seguridad (que en una química son decisivas); los maltratos personales y las presiones eran moneda corriente. Cien de los 118 compañeros de planta se afiliaron al sindicato químico, pero la patronal se venía negando a discutir el reclamo del reencuadramiento porque significa un importante cambio en las condiciones salariales y de trabajo en planta.


El viernes 29 se dio cumplimiento en forma rotunda a la resolución de asamblea: ninguna fábrica del parque funcionó. Todas fueron al paro, con piquetes y ollas populares en puerta de fábrica.


Los trabajadores químicos están ajustando cuentas con la flexibilidad sufrida durante una década. Ya se organizó durante este año Voridian, salió a la lucha Ipesa. Una fábrica de baterías eligió delegados hace pocas semanas y ya se sumó al paro.


Pero no sólo son los químicos: ya el año pasado Papelera del Plata hizo punta en imponer su derecho a la organización. Siguieron Campanita, Ravisud, Muchison y los Municipales. La clase obrera muestra una enorme disposición a terminar con la dictadura de las patronales en todo Zárate y Campana.


Hay que poner esta energía al servicio de la construcción de una alternativa propia de los trabajadores, opuesta a la miseria social capitalista.