Durante el fin de semana se dieron a conocer una serie de audios en donde Jorge Adrian Cardozo confiesa haber abusado sexualmente de su hija de tan solo 6 años de edad. Todo salió a la luz cuando a través de una cuenta de Instagram se publicaron a modo de escrache y denuncia los audios de la confesión.

Jorge Adrian Cardozo, quien reside en la localidad de El jagüel, habría vendido su teléfono celular pero no habría borrado los audios del dispositivo, lo que permitió que los mismos se convirtieran en pruebas para una posible denuncia. El domingo 16/8 fue detenido en el domicilio de un familiar en la localidad de Ezeiza tras la denuncia de algunos vecinos que alertaron su paradero, incluso quisieron “lincharlo”.

La causa ahora caratulada de “Abuso sexual agravado por el vinculo y acceso carnal” está en manos de la UFI N°3 de Esteban Echeverría.

Durante la pandemia y el ASPO (aislamiento social preventivo y obligatorio) se han recrudecido las denuncias y los casos de abuso sexual que se ejercen hacia niñas y mujeres , como también los femicidios en la provincia de Buenos Aires ,que ya superan las 170 muertes de mujeres en manos de sus parejas o ex parejas.

Según datos oficiales declarados, el 47% de las víctimas de abuso sexual tiene entre 6 y 12 años, el 28% tiene entre 0 a 5 años de edad y el 25% entre 13 y 17 años ,lo que refleja que las niñas de más de 5 años son las principales víctimas de abuso sexual. En 3 de cada 4 casos el agresor es un familiar directo o una persona de confianza. Todas estas conclusiones parten de los datos que el estado publica, lo que significa que no solo hay un conocimiento de las aberraciones que padecemos las mujeres, niñes y adolescentes, sino que también hay un estudio que permite realizar las estadísticas, pero lo que más deja en claro, es que no hay una política de prevención que nos permita salir de esta situación, sino más bien la responsabilidad de un estado, que la reafirma.

A 14 años de la sanción de la Ley de educación sexual Integral, esta no se aplica ni en todos los niveles ni en todas las instituciones. El rol importante de la ESI quedó demostrado en una estadística que llevó el año pasado el Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires, mostrando que casi el 80% de los niños, niñas y adolescentes pudo comprender que fueron abusades después de recibir clases de Educación Sexual Integral en el colegio.

Es por esto que es sumamente necesario continuar la lucha por la aplicación efectiva de la ESI aun en las improvisaciones de la “educación a distancia o clases virtuales”.

Es necesario, un programa de cuidado de la niñez, la capacitación para docentes y estudiantes terciarios que les otorgue herramientas para la aplicación de la ESI.

Organicémonos por la aplicación de la ESI en forma efectiva científica laica y obligatoria y por infancias libres de abusos.