Sociedad

2/8/2012|1233

Acerca de la despenalización de la marihuana

Me sentí impulsada a escribir esta minuta luego de la aparición del artículo titulado "La despenalización de la marihuana" en Prensa Obrera Nº 1.229.


En realidad, como bien menciona el artículo, el proyecto de ley consensuado por el Frente Para la Victoria, el FAP y la UCR se refiere a "la supresión de la penalización por tenencia de cualquier estupefaciente para consumo personal -lo mismo por el cultivo- y la reducción de las penas para las llamadas 'mulas'". Tanto el proyecto de ley como el artículo pone a la marihuana en el mismo nivel que otras sustancias, llamándolas a todas simplemente "las drogas". Prescindiendo de que consumamos o no, me parece que no se puede poner un signo igual entre la marihuana, la cocaína, el paco, la heroína, etcétera. También me parece que en el recuadro titulado "La estatización del consumo" se mezcla un poco el tema de consumo y adicción. El término "adicción" se refiere a algo muy puntual y no se puede generalizar. Según la enciclopedia médica de la Universidad de Maryland, adicción "significa que una persona necesita de una droga para desempeñarse normalmente. Suspender abruptamente la droga lleva a que se presenten síntomas de abstinencia. La adicción a las drogas (drogadicción) es el uso compulsivo de una sustancia a pesar de sus efectos negativos o peligrosos" (http://www.unm.edu/esp ency/article/001522.htm). Creo que hay que reconocer que no todos los consumidores son adictos, como también hay que reconocer que hay consumidores que se rebelan contra el régimen. Más allá de eso, lo que valoro del artículo es que está en contra de la criminalización del que consume. Pienso que, si bien no es lo mismo consumir marihuana, cocaína, paco o lo que sea, no se puede criminalizar ningún consumo, como bien señala el artículo: "los socialistas del Partido Obrero enfrentamos en forma cotidiana y sin tregua los atropellos del Estado contra las clases populares. Reclamamos el desmantelamiento del aparato represivo por sus vínculos estrechos con el narcotráfico -entre otras tantas razones- y rechazamos cualquier penalización de la juventud o los trabajadores que, producto de la miseria y descomposición de este régimen social, consumen estupefacientes para atenuar su realidad". Sin embargo, pienso que el plantear esto es necesario, pero no suficiente. ¿Qué se propone en lugar de la penalización? Esto no queda claro. Luego de este planteo, el artículo se pierde en una nebulosa. Es decir: no habla claro acerca de una cuestión en la que hablar claro es indispensable. Dice que se opone a la legalización. ¿Y qué hay de la despenalización? Creo que lo fundamental pasa por rechazar de plano la penalización. A partir de ahí, puedo analizar diferentes argumentos entre despenalización y legalización -aunque me inclino más por la despenalización. En el pasado debatimos mucho acerca de si la marihuana es linda o fea. Me parece que si seguimos debatiendo la despenalización sobre ese eje, esto se podría transformar en una historia sin fin. Pienso que podríamos retomar el debate acerca de la marihuana, pero sin supeditar nuestra postura acerca de la despenalización a esta. Para mí, la defensa del consumidor frente al Estado tiene que ser incondicional. En realidad, pienso que tenemos que defender frente al Estado incluso a los consumidores de "drogas duras". Al respecto, considero muy pertinentes los artículos "El "porrito" de Calamaro, derechos individuales y explotación social" (publicado en Prensa Obrera 1.099) y "Falló la corte" (Prensa Obrera 1.101) -exclusivo de Internet , http://po.org.ar/articulo/po1101031/fallo-corte-, ambos del compañero Pablo Rieznik. Si bien estos artículos hablan puntualmente de la marihuana, me parece que mencionan cuestiones que es importante volver a señalar. El primero de los artículos dice, en parte: "…de lo que se trata es de 'suprimir' los poderes represivos y no las 'excusas' que utilizan, es la represión la que crea sus propias excusas. Del otro lado, la existencia de 'sujetos libres' es incompatible con la división de la sociedad en clases sociales y con la existencia del Estado. Es frente al Estado y al régimen de los explotadores que defendemos los 'derechos individuales', pero no como la expresión de 'la (inexistente) autonomía de los sujeto', sino como parte de la lucha por una acción colectiva dirigida a liquidar la raíz de los males y enfermedades sociales que no es otra cosa que la explotación del capital; es decir, del hombre por el hombre en la sociedad moderna… Sin un ángulo de clase, el abordaje social de la droga es pajerismo intelectual". Entre otras cosas, el artículo titulado "Falló la Corte" dice: "en las condiciones actuales, la circulación y el consumo de droga son indisociables de la miseria social con la cual lucran el capital y sus cómplices. El reclamo de la despenalización contra la represión estatal debe ser vinculado a la lucha contra el capitalismo, que disemina la drogadicción y una convocatoria a una salida colectiva (revolucionaria), en oposición al falso refugio individual". Pienso que hay que encarar el tema de la despenalización desde esta perspectiva. Es decir, plantear la despenalización en nuestros términos, no en los términos que la plantea la burguesía. No que tenga que ser el eje de nuestra militancia ni mucho menos, pero sí que tenemos que abordar el tema. Es más: mi postura es que en caso de que hubiera actividades a favor de la despenalización -como una marcha, por ejemplo-, nosotros tendríamos que ir como partido con nuestra postura. ¿O vamos a dejar a esos miles de jóvenes que a diario son estigmatizados por el régimen en manos de los planteos del FAP? ¿Vamos a dejar que el PTS lleve a esos jóvenes detrás de planteos que rayan en lo burgués? ¿Y vamos a dejar que las madres que luchan contra el paco sean presa de los partidos patronales? Pienso que tenemos que encarar el tema desde una perspectiva marxista, que nada tiene que ver con la falacia burguesa de las "libertades individuales". Nos vemos en la lucha.


Grace de Docente