Sociedad

3/6/2021

Provincia de Buenos Aires

Alberto Fernández y la crisis habitacional en San Martin

Organicemos la lucha por la vivienda.

La entrega de las últimas viviendas en el distrito de San Martín, completando las 335 del programa “Desarrollo Urbanístico Procrear II”, sirvió de tribuna para Alberto Fernández, quien anunció la construcción de 100 mil viviendas en el país para fin de año. En un distrito con una enorme crisis habitacional, entre las promesas y la realidad, media el día a día de decenas de miles de familias en condiciones insostenibles de vivienda.

Así lo destaca el “Analisis Territorial Integral” (*1) elaborado por el Centro de Estudios Urbanos de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad Nacional de San Martín en octubre de 2019, que brinda un exhaustivo informe sobre la situación habitacional en el distrito.

El mismo indica, basándose en el último censo nacional de 2010, que el déficit habitacional es del 11,8%, representando 15.662 hogares. En un distrito enorme, los “57 barrios informales- 33 villas y 23 asentamientos informales” ocupan solamente el 6,7% total de la tierra. Según el mismo estudio, 1 de cada 5 habitantes de San Martín vive con algún tipo de déficit cualitativo o cuantitativo (acceso a educación, vivienda, servicios). Hay 17.831 personas en viviendas construidas con materiales precarios y 22.316 personas (7.200 hogares) viviendo en condiciones de hacinamiento crítico (más de tres personas por cuarto).

Nada nuevo para quienes conocemos o vivimos en San Martín. El detallado informe de la Unsam deja en ridículo las 335 viviendas que el gobierno acaba de otorgar. La situación de la vivienda se agrava año a año y lo único que se nos ofrece es un plato recalentado. Estas mismas obras ya fueron festejadas en otro acto hace tres meses entre el Ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, y el intendente, Fernando Moreira. En esa ocasión, al entregar algunas de estas viviendas, se jactaron de priorizar el “derecho a la vivienda” por sobre el pago de la deuda externa. Antes, incluso, en noviembre de 2020, el intendente junto a su mandamás, el ministro de Obra Pública, Gabriel Katopodis, anunciaron la reactivación de estas mismas obras iniciadas en 2012. En síntesis, durante 9 años hemos visto un sinfín de políticos capitalistas desfilar por el mismo lugar haciendo demagogia con las necesidades habitacionales de la población y el resultado es la entrega de tan solo 335 viviendas en Billinghurst.

A su vez, no se garantiza el acceso universal al crédito hipotecario. Los requisitos para acceder a una vivienda del Procrear son sumamente restrictivos, por ejemplo, los ingresos del grupo familiar tienen que superar la suma de dos salarios mínimos y se tiene que demostrar durante 12 meses una continuidad laboral bajo registración. Además, la tasa de interés es del 24%. Es decir, los trabajadores informales y quienes perciben ingresos menores al monto estipulado tienen vedado el acceso a esas viviendas anunciadas.

Han pasado distintos gobiernos nacionales, provinciales y municipales sin dar ninguna solución. A pesar de sus declaraciones, priorizaron el pago de la deuda externa y los beneficios a los capitalistas por sobre las necesidades de los trabajadores. La salida al problema de la vivienda en el distrito requiere la organización de los trabajadores y en particular de las barriadas más humildes. A partir de asambleas y empadronamientos, junto a la lucha contra el hambre y por el trabajo, el Polo Obrero levanta la lucha por la vivienda y la urbanización de las villas.

Un plan de urbanización real permitiría también hacerle frente al hambre y el desempleo, contratando a los propios trabajadores en la construcción de las viviendas, bajo convenio colectivo de trabajo. En este sentido, es necesario el control sobre las partidas presupuestarias municipales y la elaboración de un fondo de financiamiento aplicando un impuesto especial sobre las viviendas ociosas y las grandes propiedades. Además, debe existir un acceso universal al crédito hipotecario, sin restricciones, a tasa cero, con cuotas que no superen el 10% del ingreso de los hogares. Es preciso crear un banco de tierras ociosas y fiscales para que sean utilizadas en la construcción de viviendas populares. La campaña electoral del Partido Obrero y el Frente de Izquierda Unidad apuntara a reforzar esta lucha.

 

(*1)http://www.unsam.edu.ar/escuelas/economia/ceeu/archivos/EEU_N04_AITSM_ISSN_VF.pdf Pag 17