Sociedad

29/7/2010|1139

Aníbal Fernández, el “dueño” de la pelota

Como ya señaláramos en Prensa Obrera, la AFA y la Selección nacional se han transformado en una “cuestión de Estado”. El 2011 es un año de elecciones y el fútbol está considerado por el gobierno como uno de los resortes principales de su propaganda política. El kirchnerismo ya ha determinado el bloqueo definitivo de la propaganda privada al fútbol televisado, por lo que los miles de amantes del fútbol sólo verán durante los partidos y en los entretiempos la propaganda de las “obras” de gobierno.

Pero el kirchnerismo va por más. Su plan ahora es quedarse directamente con la dirección de la AFA. Para eso, ha recurrido a los servicios de su ministro “todo terreno”, Aníbal Fernández.

Aníbal Fernández no irá en las listas de intendentes, senadores o diputados. El gobierno le asignó una tarea estratégica: será candidato a vicepresidente de J. L. Meiszner en las elecciones que se realizarán en el Club Quilmes el 1º de agosto. En una fórmula que “ya ganó”, pues los socios ven en el ingreso de Fernández un apoyo abierto del gobierno al club. El puesto de vice es clave pues, por estatuto, a la mesa directiva de la AFA pueden concurrir los presidentes o los vice.

La presencia de Fernández actuando directamente en la mesa directiva de la AFA no es menor. El es el inventor de la “ingeniería de ‘fútbol para todos’” y es quien hoy reparte los 600 millones de pesos entre los clubes por los derechos de TV. En 2011, la injerencia del gobierno se duplicará en plata. Las inversiones de la AFA pueden transformarse en más de 1.200 millones de pesos por los gastos que insumirá la realización de la Copa América en remodelación de estadios, salas de prensa, acondicionamientos técnicos y de comunicaciones.

Fernández, quien será el encargado de la distribución del dinero del evento local y el sudamericano, ejercerá una enorme influencia sobre los dirigentes de los clubes y puede transformarse de hecho en el sucesor de Grondona.

La postulación de Aníbal Fernández es una brutal injerencia en el fútbol. El kirchnerismo pasará, de este modo, a asumir el total control político de la AFA.