Sociedad

30/6/2016|1417

Como con el dengue, el gobierno oculta el brote de gripe A


 Un régimen social que privilegia el lucro capitalista, blanquea a los saqueadores, y confisca a los jubilados, no podrá dar satisfacción a las necesidades sanitarias de la población.

Tribuna de Salud, integrante de la Coordinadora Sindical Clasista


 


Este año la vacuna antigripal que recomienda la Organización Mundial para la Salud (OMS) para América del Sur es la trivalente, que incluye las tres cepas circulantes: Influenza A H1N1, Influenza A H3N2 e Influenza B.


 


Cifras lapidarias


 


Las cifras oficiales son lapidarias. A nivel nacional, hasta ahora sólo el 36,5% de las mujeres embarazadas se aplicó la vacuna, mientras que el 25,9% de los niños de entre seis meses y dos años recibió la primera dosis, y sólo el 14,3% la segunda. No hay datos sobre cobertura a jubilados.


 


El director nacional de Epidemiología señaló que “en el hospital público no hay ningún problema de faltante de vacunas”. Pero éstas se distribuyen a las provincias según la demanda -es decir sin planificación.


 


La Confederación Farmacéutica Argentina (Cofa) denunció que faltan vacunas antigripales en el sector privado ante la duplicación de la demanda por la llegada del frío, y que desde los laboratorios que las distribuyen (como Novartis, Abbott o Sanofi) les informaron que no hay más stock y tampoco se van a reponer este año.


 


Frente a esta decisión unilateral de los pulpos farmacéuticos, el Ministerio de Salud de la Nación no ha tomado ninguna medida, lo que reabre el debate sobre la producción estatal de medicamentos y vacunas, y el desconocimiento de las patentes medicinales.


 


El gobierno no actuó ante un brote epidémico que se adelantó y aumentó en relación con el del año anterior, a pesar de que todos los indicadores (vigilancia epidemiológica) así lo indicaban.


 


Las medidas de prevención y las campañas de vacunación de la población son responsabilidad del Estado, y de una política sanitaria estratégicamente diseñada. El macrismo hoy, como antes el kirchnerismo, no se han hecho cargo.


 


Salud pública, en ruinas


 


La década ganada dejó el saldo de una salud pública en ruinas, los ocho años de gobierno de Macri en la Ciudad otro tanto.


 


Esto es: hospitales y centros de salud desabastecidos, déficit de insumos y de tecnología, trabajadores precarizados, salarios miserables y rebaja de los presupuestos de salud.


 


Un régimen social que privilegia el lucro capitalista, blanquea a los saqueadores, y confisca a los jubilados, no podrá dar satisfacción a las necesidades sanitarias de la población.


 


Desde Tribuna de Salud exigimos al Ministerio el adecuado abastecimiento de vacunas a todos los centros de salud y vacunatorios para garantizar la cobertura de toda la población de riesgo, tenga o no obra social o prepaga, y poner bajo control de los trabajadores de salud el seguimiento y efectivo cumplimiento de esta medida, así como las políticas prevención.


 


Garantizar la cobertura sanitaria de la población implica la triplicación del presupuesto de salud y un impuesto extraordinario a la renta financiera, inmobiliaria, agrícola e industrial para garantizarlo.