La Iglesia del Ministerio Apostólico y profético de Monte Caseros, una localidad a 480 km de la capital correntina, decidió organizarle un “baby shower” a la niña de 10 años que fue abusada por la pareja de su madre, pocos días antes de la cesárea que tenía programada.

La pastora principal de la iglesia contó cómo organizaron la especie de celebración. Decoraron el salón de celeste y blanco, con moños, globos con letras que forman el nombre que tendrá el bebé, y hasta souvenirs. Es una aberración, porque lo cierto es que no hay nada que festejar en el hecho de obligar a maternar a una niña de 10 años. En imágenes que subió un familiar de la niña a Facebook, se la puede ver con un cartel en la mano que dice “bebé a bordo”.

Este evento fue parte de un circo mediático que se montó alrededor del caso, en una provincia declarada “provida” en 2011 por Ricardo Colombi, gobernador radical. No rige en Corrientes ningún protocolo para el cumplimiento de la ILE. Un reconocido obstetra del movimiento antiderechos local responsabiliza a la niña por no “haberse resistido” a los abusos, mientras el juez de Instrucción y Correccional de Monte Caseros afirma que “fue seducida” por el imputado. No son casos aislados. Los agentes del Poder Judicial de Corrientes se jactan constantemente de su capacidad de convencer a niñas abusadas o a sus familias de llevar a término el embarazo.

Quien se dio cuenta del embarazo de la menor fue su abuela, al notar que le crecía la panza. La niña de 10 años confesó que había sido abusada por la pareja de su mamá: Horacio Insaurralde, de 31 años, que hoy está con prisión preventiva esperando el juicio oral. La niña llega a esta instancia presionada por una médica de la familia, reconocida en la zona por su militancia católica en los barrios, y que atiende en un consultorio privado. La misma le transmitió a la madre que era más riesgoso cumplir con el protocolo de ILE que seguir adelante con el embarazo.

Cada año unas 2.400 niñas de entre 10 y 14 años dan a luz en la Argentina. En 2018, en Corrientes fueron 146 niñas, según las estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación. América Latina ocupa el segundo lugar a nivel mundial por embarazo infantil y adolescente luego de África.

Redoblemos la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito, por la separación de las Iglesias del Estado, y por un Consejo Autónomo de Mujeres y disidencias con presupuesto para la protección integral de las infancias.