El politólogo Agustín Laje y el abogado Nicolás Marquez estuvieron en Neuquén realizando charlas bajo el título "Desenmascarando la ideología de género", fogoneado por Iniciativa Ciudadana por la Vida y la Familia, un “colectivo” clerical contrario a la “ideología de género” y al aborto legal. 

Pero se chocaron con la ola verde de pibas que luchan por el aborto legal y la separación de la Iglesia y el Estado. Tanto en el colegio religioso AMEN como en el Museo Nacional de Bellas Artes, donde iba a presentarse esta dupla reaccionaria, el tiro les salió por la culata, ya que cada evento se transformó en un escándalo ante el repudio de los jóvenes asistentes. 

El dúo Laje-Marquez –retrógrado, homofóbico, misógino, racista y anti-izquierda– enfrenta “ingeniosamente” al auditorio que lo cuestiona. No ahorran recursos provocadores y humillantes en sus shows standaperos reaccionarios y tratan de colocar a los jóvenes contestatarios en el banquillo de los acusados. Autores de “El Libro Negro de la Nueva Izquierda- Ideología de Género o Subversión Cultural”,  cuentan con el aval del gobierno y de la iglesia, y ofician  como sus voceros. Son el relevo generacional de los Abel Albino y los Urtubey.

En su presentación en el colegio AMEN dieron una charla para alumnos de cuarto y quinto año. Quizás se sintieron confiados porque se encontraban en un colegio religioso y porque contaban con la complicidad de sus directivos, pero sus comentarios homofóbicos fueron rechazados por los adolescentes, contra los cuales la dupla derrapó en insultos.

Allí se despacharon con “conceptos” como estos:

“Una nena de tres años cree que un hombre disfrazado de mujer es mujer. Esa nena está siendo engañada por una ideología, que le hace a esa niña tener una percepción en desacuerdo con la naturaleza y con la realidad”.

“Si hay una ley Argentina que dice que yo por auto percibirme un perro soy un perro, ¿soy un perro?”

“El germen de la ideología de género es el autoritarismo.”

“Si un hombre se quiere disfrazar de mujer, no hay problema. Cada uno puede disfrazarse como quiera, ¿o acaso está prohibido el carnaval?”

Pero una joven lo increpó y se produjo este diálogo:

Laje:- Si comparo al travestismo con un carnaval es mi opinión y tengo todo el derecho.

Estudiante:  – No todas las opiniones son respetables.

Laje: – Quién determina cuándo una opinión es respetable?

Estudiante: – Cuando oprimís a alguien.

Luego, en la sede neuquina del MNBA, Laje y Márquez fueron recibidos por un escrache de jóvenes.

Como lo demuestra la respuesta de la estudiante, entre el movimiento de la juventud se desarrolla una vanguardia que rechaza todo tipo de opresión, y que junto a la pelea por el aborto legal ha hecho propia la lucha por la separación de la Iglesia del Estado. Es necesario desarrollar a fondo la tendencia revolucionaria que ya está presente entre los jóvenes que protagonizan la marea verde. 

Laje y Márquez se fueron escaldados.