Sociedad

23/7/2015|1373

El fútbol en quiebra


El grupo Clarín y la empresa Torneos (socia privilegiada del gobierno aún hoy) secuestraban los goles, según la Presidenta. Y en efecto los secuestraban, al punto que no podían verse por ningún otro canal hasta después de la medianoche. De ese negocio era partícipe necesario el capomafia Julio Grondona, otro compinche privilegiado de los K. Ahora, suprimidos esos males, la AFA y los clubes fueron alimentados con 6.000 millones de pesos desde que empezó Fútbol para Todos en 2009. Sin embargo, los clubes están endeudados por más de 4.000 millones, en una situación mucho peor que en tiempos de Clarín y Torneos.


En ese lapso, los clubes aumentaron sus pasivos en un 150 por ciento y ya no están en condiciones ni siquiera de pagar el canon que le corresponde a la AFA. En medio de ese desmadre, llega el apriete judicial: la jueza María Servini de Cubría designó tres veedores que, de hecho, ejercen sobre la AFA una intervención financiera. Añádase a eso que el negocio del fútbol televisado ha podido eludir, gracias al dinero público, cualquier perjuicio causado por la inflación, protegido por una cláusula de actualización llamada “valor básico de referencia” (VBR), que aumenta los aranceles pagados por el gobierno según se incrementan las tarifas de la televisión por cable.


 


De los 4.000 millones de pesos adeudados, 3.000 millones se le deben a la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip). Y hay conflicto en puerta: el titular de la Afip, Ricardo Echegaray, les advirtió al titular de la AFA, Luis Segura, y al presidente de Racing, Víctor Blanco, que si esa deuda no se paga podrían ser embargados los ingresos publicitarios e incluso el dinero correspondiente a transferencias de jugadores al exterior (detrás de esa amenaza bien podrían estar los movimientos de Marcelo Tinelli y su socio Cristóbal López por echarle mano a la presidencia de la AFA y, con ello, al enorme negociado de las apuestas en el fútbol que ambos preparan).


A esa deuda de 3.000 millones con la Afip hay que añadirle un pasivo de 1.070 millones de pesos de los clubes con la AFA, lo cual da un quebranto superior a los 4.000 millones de pesos. Ese monto es cinco veces superior a la deuda que tenían los clubes hace seis años, cuando empezó Fútbol para Todos. Una situación de quiebra técnica.


 


¿Cómo se llegó a esa deuda con la AFA? Principalmente, por los “adelantos” que la Asociación les hace en concepto de derechos de televisión. Son pagos a cuenta. En algunos casos extremos, como Colón de Santa Fe, Banfield y Quilmes, esos adelantos ya cubren los pagos correspondientes hasta junio de 2016, una temporada completa. Pero eso no es todo el problema. Como, además, los clubes recibieron el dinero de Fútbol para Todos, en muchos casos cobraron dos veces por el mismo derecho.


 


Segura y un grupo de dirigentes se proponen ahora hacer la del gobierno nacional: dejarle el muerto al que viene. O, mejor aún, hacer un gran pagadiós: pedir que se condone toda la deuda y empezar de cero. Armando Pérez, presidente de Belgrano (uno de los pocos que están al día), montó en cólera: “No voy a permitir semejante despropósito”, declaró.


 


Parte de la ofensiva tinelliana-gubernamental contra Segura y los restos del “grondonismo” es, seguramente, la investigación dispuesta por la Afip contra un grupo de árbitros. Por ahora son 17 los referís bajo la lupa, tal como sucedió en principio con Pablo Lunati y Diego Ceballos. Ninguno de ellos puede justificar su prosperidad patrimonial. Es un arma de doble filo, porque detrás de la corrupción arbitral puede emerger la corrupción general en la AFA, destapada a medias o a cuartas a partir del “Fifagate”. En ese rubro el gobierno está hasta las manos.


 


El fútbol internacional se ha convertido en terreno de batalla entre grandes pulpos imperialistas, que lo han expropiado. En la Argentina, además, está expropiado y quebrado por camarillas burguesas corrompidas hasta la médula, desde el gobierno con Grondona y el dinero mal habido de Fútbol para Todos, hasta Mauricio Macri, que manejó Boca acompañado por criminales como Jorge “Fino” Palacios y Ciro James. Y todavía apenas empezamos a hablar de Tinelli…


 


 

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