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Las pocas plazas que hay en Buenos Aires, con relación a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, cumplen la función de permitir la infiltración de las aguas de lluvia. Este servicio ambiental se pierde en parte con la impermeabilización del subsuelo. Además, tienen las plazas la posibilidad de soportar árboles de gran porte, los que mitigan el calor y permiten la recreación de los vecinos. Pero si se impermeabiliza el suelo, no sólo se facilita la inundación, sino que los árboles tienen dificultades para desarrollarse y sobrevivir. En este proyecto, se prevé su retiro y posterior reimplante, práctica que permite la supervivencia de solamente el 20% de las especies.

Por estos motivos, y otros de índole arqueológica, los vecinos de la Comuna 14, quienes se movilizan todos los sábados al mediodía, lograron que prosperara una medida cautelar en el juzgado del juez Gallardo. El jueves se realizó una audiencia pública, que contó también con la masiva presencia de luchadores del barrio. Allí quedó al descubierto que el proyecto carece de una evaluación de impacto ambiental por cuanto las declaraciones de los funcionarios especializados del gobierno la ciudad y los expertos de la empresa Vialco SA. no eran coherentes entre sí. El juez dispuso ordenar al GCBA y a la empresa constructora retirar el vallado, realizar la limpieza del lugar y realizar las obras necesarias para volver a la situación anterior antes del 6 del corriente mes.