Sociedad

2/12/2016

Falleció el creador del Big Mac: retrato de la “Mac Explotación”

¿Cuál es el secreto del éxito de la tradicional cadena de comidas rápidas?

Jim Delligatti, creador del Big Mac, falleció el miércoles 30 en los Estados Unidos a los 98 años de edad. Su creación, la hamburguesa más popular de la cadena McDonald’s, se convirtió en un símbolo no sólo de la comida rápida y del american way of life, sino que alcanzó el rango de santo y seña de los alcances del capitalismo. Basta mencionar que el “Índice Big Mac”, creado por la publicación inglesa The Economist, es una forma de medir las variables inflacionarias de los distintos países y de la fluctuación de las monedas del mundo frente al dólar que usan con frecuencia y de modo didáctico varios economistas y revistas económicas. El Big Mac fue elegido como valor de referencia no sólo por la extensión de los países a los que llega mediante la multinacional McDonald’s, sino también porque su método de producción implica la introducción del fordismo en la gastronomía.


 


Veloz, de Ford a la mesa


 


McDonald’s había sido fundada en 1940 por los hermanos Dick y Mac MacDonald en San Bernardino, una localidad del estado de California. Al principio se dedicaban a la “barbacoa”, que es el modo de denominar que tienen los estadounidenses a su método parrillero. Pero la Segunda Guerra Mundial supuso una transformación en la vida de los Estados Unidos. Así como fábricas automotrices se habían trasformado en industrias de armamento (cuyos planteles estaban compuestos en su gran mayoría por mujeres), el regreso de los jóvenes del frente impuso un ritmo de vida donde la velocidad y la gratificación post conflicto bélico demandaban un cambio en las costumbres, incluso, las gastronómicas. Los hermanos McDonald percibieron el nuevo clima de época y en 1946 cerraron su restaurant para estudiar cómo introducir los métodos del fordismo a su negocio.


 


Para eso redujeron de 20 platos a 9 productos su carta, construyeron parrillas más grandes y desarrollaron un método en el que los elementos que armaban los menúes -hamburguesas con queso eran su caballito de batalla- se ubicaban como en una línea de montaje y lograron que el tiempo de espera de los clientes pase de casi treinta minutos a menos de cinco, inaugurando el concepto de “comida rápida”. El éxito del local de hamburguesas de San Bernardino se potenció de una gran manera, basado en la flexibilización laboral de sus pocos empleados, que se veían compelidos a servir cheeseburguers y atender al público como partes de una misma tarea en la línea de montaje de la empresa. En 1953 la cadena inauguraba su tercer restaurant en California en medio de una crisis de los tradicionales restaurantes estadounidenses. Cuando a uno de los proveedores de insumos a esos restaurantes le llegó un pedido extraordinario respecto a los demás, emprendió viaje para conocer el emprendimiento. Así se conocieron los hermanos McDonald con Ray Kroc, que sería conocido como el “fundador” de McDonalds y su exitoso sistema basado en la máquina fordista gastronómica, las franquicias y la superexplotación de los jóvenes empleados. 


 


El secreto de su éxito


 


La alienación cunde entre los jóvenes trabajadores de McDonald’s que deben trabajar de manera sin parar rigurosamente enmarcados en el sistema de producción continua de hamburguesas, ya sea desde sus lugares en las cajas registradoras o en las partes posteriores de la cocina. Los salarios de McDonalds son exiguos en todo el mundo. Ya en la década del ochenta el diccionario de Oxford aceptó la entrada: “McJob” (McTrabajo), que define literalmente como: “trabajo poco estimulante y mal pagado, con pocas perspectivas y creado especialmente durante la expansión del sector servicios”. Con este método, la multinacional McDonald's posee 35.000 locales en 119 países y emplea a 420 mil trabajadores en el mundo. Según su balance oficial corporativo, en 2014 tuvo ingresos por US$ 27.441 millones y US$ 4.757 millones de beneficios netos globalmente. Sin embargo, ese informe oficial no menciona que el centro de los beneficios de la compañía se produjeron por la hiperextracción de ganancias sobre la mano de obra de sus trabajadores, situación que llevó a protestas en varios países en 2015. 


 


No tan Ronald McDonald


 


En Estados Unidos, la Junta Nacional de Relaciones de Trabajo (JNRT) obligó a McDonald’s a tomar una responsabilidad conjunta con sus franquiciantes sobre los empleados, medida tomada luego de varias demandas que denunciaban la situación que dejaba libres de culpa y cargo de los reclamos por bajos salarios y prácticas antisindicales y antilaborales a los popes de la compañía. El franquiciado, como se puede apreciar, es una forma de la tercerización laboral. Un fallo judicial que le dio la razón a una trabajadora a principios de noviembre de 2016 refrendó la corresponsabilidad y obligó a McDonald’s a pagar 3 millones de dólares a la parte acusadora.


Las demandas de los trabajadores estadounidenses, que se desarrollaron en 2015 en el marco del movimiento por el aumento del salario mínimo a 15 dólares (en la actualidad, se encuentra en alrededor de la mitad), llevaron a que la JNRT recabe reclamos por despidos, reducción de horas de trabajo, amenazas, vigilancia, y disciplina discriminatoria contra empleados que participaban en actividades sindicales. En abril de este año decenas de miles de personas participaron de las protestas por un salario mínimo de 15 dólares la hora en los EEUU.


 


En algunos estados, esta lucha que lleva años ha conseguido un aumento del mínimo.


A great look at many, but not all, of the workers who came out on November 29 https://t.co/PrOjjsdSlV #FightFor15 pic.twitter.com/VYOT0SqE3l


— Fight For 15 (@fightfor15) December 2, 2016



 


McArgentina


 


En el país McDonald’s cuenta con doscientas sucursales y emplea a más de quince mil trabajadores. Se trata de una empresa que hiperexplota a sus trabajadores a niveles descomunales con el mismo sistema que utiliza alrededor del mundo. Sin embargo, el presidente Macri decidió premiar a la multinacional con subsidios para que la empresa pague menos estos empleos precarizados. En mayo de este año el gobierno cerró un acuerdo para que el Estado pague 1.000 pesos de los salarios para el primer empleo a los más jóvenes, que terminarían cobrando 5.700 pesos en mano por seis horas de trabajo diario cinco días a la semana. Todo un abuso patronal en un país en el que la canasta familiar ronda los 20 mil pesos. McDonald’s no es una excepción, sino la regla, en un país signado por la desocupación, el empleo en negro y la flexibilización y el trabajo precario y donde la mitad de la fuerza laboral cobra poco menos de ocho mil pesos de salario mensual. Para que se acabe el McSalario es precisa la organización política independiente de los trabajadores.


 


 


 


 


"In order to get what we want, we need to believe in it, and we need to stand for it" Stevenson M, McDs worker #FightFor15 pic.twitter.com/3fcAPvBl9k


— Fight For 15 Chicago (@chifightfor15) November 30, 2016



Why did hundreds of us risk arrest and thousands of us go on strike? Listen to this grandmother https://t.co/PO1XWsiArs #FightFor15 pic.twitter.com/pIcdcjSdJx


— Fight For 15 (@fightfor15) December 1, 2016