Los efectos de la pandemia golpean de lleno a la clase trabajadora y su juventud. En los últimos días se dio a conocer que centenares de trabajadores y estudiantes formoseños han quedado varados en diferentes puntos del país por la cuarentena.

Se dio a conocer ahora la dramática y desesperante situación de al menos 30 jóvenes que fueron a trabajar a la cosecha de limón en el mes de febrero, se quedaron sin trabajo y sin plata y ahora están volviendo caminando desde la provincia de Salta. Duermen en el monte a la vera de la ruta y están agotados y doloridos. En estos momentos habrían llegado a un pueblo llamado Dragones, a unos 700 kilómetros de la ciudad de Formosa. 

Se trata de trabajadores de ocupaciones estacionales, en donde las empresas los someten a condiciones totalmente precarias, sin derechos ni ningún tipo de garantías. Algo que no puede suceder sin la complicidad del Ministerio de Trabajo y de los gremios intervinientes.

Otro caso es el de los 56 cosecheros de manzanos del establecimiento “El Abuelo” en Luis Beltrán, Rio Negro, quienes semanas después de finalizar la cosecha, fueron abandonados a su suerte por la patronal. Se encuentran aún sin poder volver, agotando el dinero que habían reservado para el sostenimiento de sus familias por unos meses, porque a eso se destina el sacrificio de estos trabajadores. Las condiciones en la que se encuentran sobreviviendo ahora son infrahumanas, durmiendo en colchones o directamente en el piso y pasando frío. 

Historias como estas, que se dieron a conocer por los medios y las redes sociales, se multiplican por diferentes ciudades del país con trabajadores de la cosecha, de la construcción, de bares y hoteles, todos trabajadores informales.

También se hizo público el reclamo de 65 estudiantes repartidos en Chaco y Corrientes, a unos 200 km de nuestra Capital. Actualmente viven a base de la propia solidaridad organizada entre ellos, pero muchos están en situaciones económicamente críticas. Están pidiendo una ayuda urgente para retornar a sus casas. 

Son jóvenes que se ven obligados a emigrar para conseguir trabajo o para poder estudiar lo que desean, por no tener esas posibilidades en nuestra provincia. El resultados de los 30 años de gobierno de Gildo Insfrán, que ha llevado a un atraso fenomenal a la provincia, con el 42% de pobreza, la falta de empleo y la expulsión de la juventud. 

Desde el Partido Obrero reclamamos al gobierno que, de la misma manera en que moviliza una cantidad importantísima de micros en épocas de elecciones, lo haga ahora para traer de vuelta de forma urgente a estos estudiantes y trabajadores varados, tomando todas las medidas sanitarias establecidas y garantizando el regreso a sus hogares.