Sociedad

18/8/2020

Infancias ¿libres? entre la pandemia y la crisis

Sumate a la charla debate sobre infancias libres hoy a las 19h con Sara Barni y Rocío Girat de Red Viva y Marian Gómez.

Agrupación LGBTI 1969

Este año desde la Secretaría Nacional de adolescencia, niñez y familia propusieron cambiar el nombre del “día del niño” al “día de las infancias”, con el propósito de “visibilizar” las experiencias múltiples y diversas de vivir la niñez y celebrarlas. Sin embargo, este día de las infancias nos encuentra con gobiernos que aplican el ajuste y los tarifazos, priorizando el pago a los acreedores externos de la deuda y para ello siguiendo la receta del FMI con pérdidas de puestos de trabajo, recortes salariales e inflación, no modificando la realidad material de las infancias de la clase trabajadora.

Producto de la crisis económica que atraviesa el país se estipula (por datos de Unicef) que seis de cada diez niñxs serán pobres para diciembre, con la actualización del FMI del índice de pobreza infantil que aumentaría del 58,10% proyectado en abril a 62,9% para fin de año. A su vez, se prevé que el 70% de las infancias provenientes de familias migrantes caerán en la pobreza.

El sistema de asistencia social desplegado por el Estado es totalmente insuficiente para cubrir las necesidades básicas de les niñes y adolescentes durante este periodo de aislamiento. En Argentina, la asignación universal por hijo apenas llega a los $7mil, el IFE de $10.000 (que cada vez es percibido por menos familias), mientras la canasta básica familiar supera los $30.000.

El incremento de la pobreza, produce que la familia del niñe no pueda garantizar sus derechos básicos, el acceso a la vivienda, a la salud, a la educación, a la recreación. El avance capitalista sobre los derechos de la clase trabajadora, trae consecuencias directas en las infancias como el aumento de casos de malnutrición infantil, de hacinamiento de familias enteras, de deserción estudiantil y un crecimiento de la explotación laboral infantil.

Según datos del propio Ministerio de Trabajo, el trabajo infantil se extiende a un 10% de la población, donde la cantidad de niñes entre 5 y 15 años que realizan algún tipo de trabajo ronda en los 760 mil y podemos suponer que los números son mucho mayores a los que reconocen. Esta situación se recrudece al interior del país, donde los recursos son más escasos y donde se trata de naturalizar el trabajo infantil a costa de la salud física, mental y emocional de miles de niñes y adolescentes. Por ejemplo, la esclavización de les niñes en las tabacaleras jujeñas, avalado por el gobernador oficialista Gerardo Morales, quien en 2018 trato de avanzar en la legalización del trabajo infantil.

Frente a estas cifras, el Estado y los gobiernos, necesitan de las Iglesias más que nunca para jugar un rol de contención social en las masas, ya que la misma, permite poder avanzar en un plan de ajuste que dejaría a 2,1 millones de niñes en la pobreza extrema para poder asegurar los requisitos del FMI para el pago de la deuda.

La pandemia y el aislamiento causaron un incremento en el aumento de abusos sexuales dentro del ámbito familiar, embarazos prematuros, convivencia con los abusadores y agresores y la ausencia de políticas para les niñes y madres víctimas de violencias y abusos, dejando al Estado como principal responsable y cómplice de esas violencias.

En la actualidad, se calcula que 1 de cada 1000 denuncias es llevada a juicio. Esta cifra está íntimamente ligada a la injerencia de las iglesias en el Estado y particularmente en el sistema judicial. En este caso, dando lugar a asociaciones de padres denunciados por violencia y abuso como APADESHI (asociación de padres alejados de sus hijos), donde desestiman la palabra del niñe a través del ya deslegitimado por todes les profesionales “SAP” (Síndrome de alienación parental) atacando a las madres denunciantes.

A su vez queda demostrada la necesidad de la ESI laica y científica para la detección de abusos en infancias y adolescencias, indicando que el 80% de les niñes que denunciaron fue después de una clase de ESI.

Sin acceso a la identidad, no hay infancias libres

Luego de la visibilización de las identidades al calor de las luchas del movimiento LGBT+ y la ola verde, comenzaron a presentarse cada vez más casos de infancias trans que reclamaban por el reconocimiento de su identidad autopercibida.

El caso que se viralizó estos días de una niña trans llamada Flor, que comenzó el proceso de cambio de documento e enmendó su acta registral recientemente, forma parte de las pocas niñeces trans que pudieron acceder al cambio de género en su DNI. Pero aún, muchísimas identidades se quedan sin la oportunidad de tener su dni ante una Ley de Identidad de Género binaria.

El artículo 5 de la Ley de Identidad de género específica que les menores de 18 años pueden acceder a este derecho con o sin aval de sus representantes legales, pero sin embargo en muchas ocasiones esto no se respeta en su implementación, negando a las infancias la elección autónoma de sus identidades.

A pesar de que el gobierno de Alberto Fernández propuso un cambio de nombre al “día de las infancias”, no basta para saldar todos los reclamos de la juventud, a la cual el Estado y los gobiernos, condenan a la miseria. Sigamos luchando por la efectiva aplicación de la ESI laica y científica, exigiendo al Estado, el tratamiento del cupo laboral travesti trans a nivel nacional y la efectiva aplicación de la Ley de Identidad de Género.

No hay infancias libres bajo el sistema capitalista con pobreza, discriminación, explotación y abusos, y tampoco hay infancias libres sin ESI, imponiendo a las mismas, los roles de género que promueven el Estado y las Iglesias, bloqueando la elección autónoma de las identidades y sexualidades.

Desde la Agrupación LGBTI 1969 en el marco del día de las infancias, realizaremos este Martes 18/08 a las 19h, una charla debate por Zoom junto a Sara Barni y Rocío Girat de Red Viva con la participación de Marian Gómez, para poder discutir una salida para las infancias libres de toda opresión.