Vecinos autoconvocados de Andalgalá, el 28 de octubre, salieron a la madrugada a interceptar a tres camiones de Alumbrera que entre Villa Vil y Andalgalá (una distancia de 50 kilómetros) llevaban material de drenajes ácidos y derrames tóxicos. Alertados por una voz anónima se movieron hasta la ruta para enfrentar a los vehículos que transportaban a cielo abierto este material. El mineraloducto que atraviesa 316 kilómetros por territorio catamarqueño hasta llegar a Ranchillos (Tucumán) se ha roto varias veces, si bien el contrato estipula que a la tercera rotura debe cambiarse todo el caño, la idea de la empresa siempre es la de ahorrar, aunque esto le cueste finalmente a la población de Catamarca, Tucumán y hasta Santiago del Estero.

Los líquidos fluidificantes, los detergentes que se emplean para lavar el mineral son altamente tóxicos, toda esta escoria de metales pesados y sopa química, es sembrada a lo largo del recorrido del ducto y luego depositada en el canal dp2, la contaminación llega hasta el dique frontal de Termas de Río Hondo (Santiago del Estero) y hasta la laguna de Mar Chiquita (Córdoba). Como agravante, se calcula que Alumbrera habría ganado unos 50.000 millones de dólares hasta la fecha y paradójicamente no tiene los elementos necesarios para medir el nivel de radioactividad.

El PO convoca a las distintas organizaciones a un acto de protesta en la puerta de la Secretaria de Minería el próximo viernes 6 de noviembre. Fuera Alumbrera, no a Agua Rica.