Sociedad

28/9/2021

La caída del salario impacta en el consumo de carne vacuna

Este año el poder adquisitivo cubre 22 kilos menos de asado que en 2020 y 34 kilos menos que en 2019.

Imagen extraída de La Voz del Interior.

El consumo de carne vacuna viene en caída, así lo reflejan diferentes estadísticas. El alza de precios, y, por sobre todo, la caída de los ingresos populares hace que el asado sea un artículo de lujo en la mesa del pueblo trabajador.

Un estudio de la Fundación Mediterránea para la Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne de Córdoba (Afic) y la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra) afirma que la capacidad de compra de carne del salario promedio es el más crítico desde 2003. El informe fue dado a conocer por La Voz del Interior.

De acuerdo a la citada fuente, “en lo que va de 2021, un sueldo medio del sector privado formal pudo comprar alrededor de 105 kilos de carne por mes”. Esta cifra se acerca bastante a la época mencionada, cuando se produjo una desvalorización del salario tras la devaluación operada por el gobierno peronista de Eduardo Duhalde.

Siguiendo con el mencionado informe, el precio de la carne subió más que la inflación. De esta manera, en agosto “el valor de un kilo de carne vacuna se ubicó en 684 pesos, 77,2 por ciento por encima del mismo mes del año pasado, según datos del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA)”.

De esta manera, “en el primer semestre, los cortes subieron a un ritmo del 5,5 por ciento mensual y en los últimos dos meses, tras la implementación del cepo, bajaron levemente en términos nominales, un uno por ciento por mes”, según publicó La Voz del Interior.

Así las cosas, el salario no guarda relación con el precio de la carne que se disparó más que la inflación. De esta situación solo se favorecen los grandes capitalistas, puesto que a los trabajadores de la carne les impusieron una paritaria de un 45%, de abril 2021 hasta marzo 2022, quedando así por debajo de la inflación proyectada para el período.

En este cuadro, el reciente nuevo ministro de Agricultura, Julián Domínguez, se aprestaría a flexibilizar el cepo a la exportación de carne. En ese sentido, ya hubo reuniones con la Mesa de Enlace de las patronales del “campo” a las que el gobierno se dispone a ceder en su propósito de liberar las exportaciones.

El gobernador de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti, afirmó que “el cepo a la carne debe ser levantado de inmediato”. Esta posición fue sostenida en una reciente reunión con la Mesa de Enlace en la Casa de Gobierno. Además, se pronunció por una eliminación gradual de las retenciones de granos.

Cabe recordar que el discurso del gobierno nacional aseguraba que el cepo venía para quedarse al menos hasta fin de año y que con esa medida se había reducido la disparada del precio de la carne. No obstante, en las barriadas populares hasta la carne molida es un artículo de lujo.

Los informativos sostienen que 8 de cada 10 menores tiene sobrepeso. El dato da cuenta de una dieta en base a polenta y fideos. La desvalorización del salario implica una caída en el nivel de vida de las familias trabajadoras, y, por lo tanto, trae consecuencias en la salud de las personas.

El gobierno de los Fernández prometió asado, pero la realidad de las barriadas populares indica que el consumo de carne vacuna viene cayendo desde hace una década, en directa relación con el salario. “Las penas son de nosotros las vaquitas son ajenas”, toda una definición que llevan adelante quienes gobernaron y gobiernan el país. Enfrentemos el ajuste con la izquierda.