Sociedad

19/11/2009|1109

La temporada del dengue

Arrancó en Chaco

La aparición de casos de dengue en el Chaco actualizó la amenaza de una nueva epidemia, más grave que la anterior porque la vida de miles de infectados el año pasado corre peligro si se reinfectan. Aunque el gobierno de Capitanich dice que por ahora hay sólo tres casos, y que son a descartar, a mediados de octubre había renunciado Luis Lita, director del Hospital de Roque Sáenz Peña, el tercer hospital más importante de la provincia, que está en una de las localidades más afectadas por la epidemia. Lita denunció que no había llegado refuerzo presupuestario, que sólo “se tomaron medidas light para prevenir un nuevo brote” y que “no hay una política de salud” (Clarín, 15/10). Capitanich arrancó mintiendo: reconoció 12.000 infectados en lo que va de 2009 mientras que el intendente de Charata contabilizó 12.000 enfermos sólo en su municipio. Sólo hay equipamiento en Resistencia, Sáenz Peña y Las Breñas y su Consejo Consultivo -que integran entidades universitarias, ONG’s y asociaciones de medicina pública y privada- está ocupado preparando un “taller” para los trabajadores de prensa.

¿Cuál es la política sanitaria?

No hay. La política sanitaria es recordar a la población que si no hace los deberes puede enfermarse. Como dijo el ministro bonaerense Gustavo Zin: “Así como ocurrió con la pandemia de gripe A H1N1, necesitamos del compromiso de toda la comunidad para combatir el dengue de forma exitosa, porque de poco servirá el esfuerzo que estamos haciendo desde el Estado si cada uno de nosotros no toma las medidas preventivas en sus casas”.

Aprovechando el Día de los Muertos, varios gobiernos -entre ellos Macri y Capitanich- repartieron folletos en los cementerios que explican cómo vaciar floreros, tapar los tachos con agua y dar vuelta los neumáticos. Scioli imprimió otro millón de folletos que se entregaron con la factura de la patente de autos. Se le pasó por alto que los bonaerenses que no cuentan con agua de red y que dependen del tacho de agua para comer, bañarse, etc., difícilmente tengan auto. Además lanzó la “Semana Provincial de la Lucha contra el Dengue”,en la que los docentes deberán explicar “los diferentes aspectos de la enfermedad, su prevención y tratamiento” para que los niños lo expliquen a su vez a los adultos. Por último, “se sumarán a la campaña” seis hospitales: ni un peso de presupuesto en salud. El intendente rosarino, Lifschitz, lanzó el “Día D” de la descacharrización en distintas zonas de la ciudad. Consiste en que los municipales “ayuden” a los vecinos a des-ca-cha-rri-zar casas y lugares públicos.
Contra todas las advertencias de los especialistas, que sostienen que la crecida del Paraná potenciará la población de mosquitos, el ministro de Salud correntino, Sergio Sosa Estani, se mostró confiado en las bondades de la inundación: “El fenómeno de las inundaciones no es propicio para la proliferación de las larvas por la biodiversidad de los predadores naturales, que se las comen”. O sea que lo que queda es esperar que la cadena alimentaria cumpla bien con su función.

Es evidente que, como el año pasado, el gobierno nacional y los gobernadores han decidido dejar a la población librada a su suerte. Los vecinos, organizados en asambleas, podemos anticiparnos a la epidemia, exigiendo recursos para combatirla, incluido el aumento inmediato del presupuesto de salud y que se contraten trabajadores bajo convenio para fumigar y descacharrizar.