Sociedad

22/3/2012|1215

“La vuelta a Boedo la banca la gente”

-Exclusivo de internet

En el año 1979, bajo la intendencia de Cacciatore, el gobierno militar decide quitarle al club San Lorenzo el terreno de Avenida la Plata donde existía el estadio. “El gasómetro” -así se lo llamaba- contaba con una capacidad para 75.000 espectadores. Era una de las sedes deportivas más completas del país y supo ser utilizado como sede de la selección argentina por más de treinta años.

El encono de la dictadura para con el club de Boedo ni siquiera fue aminorado por la cita mundialista. Mientras se potenciaban otros estadios -en zonas más acomodadas- como el de River, Cacciatore prefirió obviar al sur de la ciudad, el cual no era motivo de “orgullo” para presentarles a los empresarios y periodistas internacionales que llegaban al país.

El gobierno de facto se aprovechó de la debilidad económica de San Lorenzo y, cuando terminó el mundial, comenzó la maniobra de presionar a los dirigentes de la institución para que cedieran el terreno. El argumento fue que era necesaria una apertura de calles, para lo cual había que tirar abajo el estadio -se dictó una ley en ese sentido. Al club sólo le dieron a cambio unos 900 mil dólares, que fueron pagados por una sociedad fantasma construida pocos días antes de la venta. Así se cerraron definitivamente las puertas del estadio en el que las Madres de Plaza de Mayo supieron hacer su primera aparición en un acto público.

Pasaron los años y jamás hubo una apertura de calles. En 1983, se reforma la ley que anteriormente prohibía la construcción de supermercados en esa zona y los terrenos se le venden a Carrefour por ocho millones de dólares. La estafa se había consumado.

La desaparición del “Gasómetro” trajo la crisis deportiva de la institución más grave de toda su historia: por primera vez bajó a segunda y estuvo catorce años sin cancha.

Desde el año 2005, se viene desarrollando fuertemente un movimiento entre los hinchas y socios de San Lorenzo, el cual exige la devolución de los terrenos al club. Gracias a la presión, principalmente de la Subcomisión del Hincha (SCH), se aprueba -dos veces, tras el veto de Telerman- un proyecto de ley de “reparación histórica” que devolvía 4.500 metros cuadrados de la plaza José Mármol. También se inician colectas para comprar las propiedades lindantes al supermercado. Finalmente, comienzan las fuertes movilizaciones de 20 mil personas el 12 de abril de 2011 y luego una de 40 mil el 5 de julio. Tras la presión, en septiembre, en la Legislatura porteña se aprobó una comisión especial destinada a debatir un proyecto que devuelva la totalidad de los terrenos. En medio del conflicto está la empresa Carrefour, que viene de anunciar nuevas remodelaciones y no tiene ninguna intención de abandonar esa sucursal.

La primera reacción de los partidos de la Legislatura fue la de ningunear el pedido. El kirchnerista Filmus lo desechaba por “utópico” y el macrismo se oponía rotundamente. Frente a las enormes movilizaciones, respondieron con el oportunismo: el “progresismo” de una parte de los K y de Proyecto Sur se quiso colgar del reclamo, tratándo de traducirlo en un pedido de apoyo electoral para garantizar la aprobación de la ley. Incluso una parte del macrismo pedía que se esperara el “debate en las comisiones”, con la idea de apaciguar las movilizaciones.

Mas allá de los difíciles escollos que había que superar con la intervención de los partidos del régimen, la SCH siguió con la línea de la lucha en la calle y convocó, el pasado 8 de marzo, a una marcha a Plaza de Mayo, la cual fue de proporciones gigantescas: más de 100 mil personas pidieron la aprobación del proyecto de ley que devolvería los terrenos a la institución. Todos y cada uno de los avances se consiguieron de esta forma. Los hinchas lo entienden y por eso se refuerza la convocatoria a la movilización por la devolución inmediata de los terrenos, en los cuales hoy opera Carrefour. Sólo con la independencia política y evitando la subordinación a los vaivenes de las políticas del régimen -más aún en un contexto de números en rojo para el gobierno- es cómo se va a conseguir la tan ansiada vuelta a Boedo.