Sociedad

21/1/2021

Pandemia

Los cortes de servicio en la Línea Roca y la multitud hacinada en Constitución

Todas las restricciones al uso de los trenes por quienes no sean trabajadores esenciales han fracasado.

El miércoles 20 de enero una multitud se concentró en la estación Plaza Constitución a la espera de la restitución de los servicios de trenes de la Línea Roca, interrumpidos por una falla de la catenaria -el tendido de cables eléctricos aéreos que permite que los trenes funcionen. Poco después de las 20:00 el servicio empezó a normalizarse, y se viralizaron escenas de cientos de personas amontonadas pugnando por ingresar a las formaciones.

Aunque el presidente de Trenes Argentinos, Martín Marinucci, afirmó en un comunicado que “continuamos con nuestra premisa de prestar un servicio que esté acorde a la situación epidemiológica que estamos atravesando, permitiendo que los usuarios y usuarias puedan viajar respetando el distanciamiento social”, lo cierto es que el hacinamiento en los trenes es cada vez más habitual en los horarios pico.

Todas las restricciones al uso de los trenes por quienes no sean trabajadores esenciales han fracasado, incluido el uso de la aplicación “Reservá tu tren”, que comenzó a regir en diciembre y se extendió a todos los ramales. Es que la implementación de toda restricción en el transporte público no se puede conseguir en el contexto de la habilitación de todas las actividades económicas que dispuso el gobierno de los Fernández, por exigencia del gran capital (tanto de las centrales empresariales de la industria y el comercio como del FMI).

Por eso no encontraron eco los planteos de militarización de las estaciones que formulara Sergio Sasia, el secretario general de la Unión Ferroviaria, para imponer manu militari las restricciones al tránsito de los no esenciales. El dirigente sindical, sin embargo, no toma medidas gremiales ante la avanzada de Trenes Argentinos por la “normalización”, cuando la empresa ha reconvocado a trabajadores de riesgo de más de 60 años en clara violación de los decretos presidenciales, aunque no implique servicios al público. La Unión Ferroviaria tampoco objetó  la decisión de la empresa de dejar sin efecto la desinfección de las formaciones que se realizaba en las cabeceras, donde miles de personas transitan y se agolpan día a día para tomar un tren.

Como las limitaciones de la infraestructura ferroviaria no permiten brindar más servicios de trenes en condiciones de seguridad (y esta falla en las catenarias es prueba de ello), se debe reforzar el sistema de transporte público, sumando los micros de media y larga distancia que se encuentran parados y los micros escolares, con reglamentación y pleno reco­nocimiento de derechos y salario convencionales y que las empresas garanticen el costo del traslado seguro de sus trabajadores, a través del transporte particular.

Este plan requiere la centralización del sistema de transporte público y privado, bajo control de repre­sentantes electos por los trabajadores. Para que se garanticen todos los servicios necesarios en condiciones de óptimo mantenimiento y desinfección de las unidades para seguridad de trabajadores y usuarios.