Sociedad

17/6/2010|1133

MUNDIAL DE SUDÁFRICA

Los oscuros negocios de la Fifa

Por la realización del Mundial Sudáfrica, la Fifa logrará ingresos por 1.060 millones de euros. La máxima entidad del fútbol mantuvo un balance positivo en 2009, del orden de los 200 millones de dólares, como si fuera inmune a la crisis capitalista mundial, la cual, sin embargo, contribuyó a desatar una verdadera guerra entre los sponsors de la Fifa.

Luego del Mundial de Alemania 2006, la Fifa definió una nueva estrategia para el manejo de sus patrocinios, dividiendo sus acuerdos en tres modalidades: socios comerciales, patrocinadores y los promotores nacionales. Los “socios” gozan de contratos de exclusividad por varios años y no sólo para los mundiales. Los patrocinadores disfrutan de beneficios por un torneo en particular, mientras que los promotores reciben derechos de uso de marca a nivel local o regional.

Los actuales “socios” acordaron pagar entre 100 y 200 millones de euros anuales, por adelantado, para reventar a eventuales competidores, con lo que le aseguraron a la Fifa el ingreso de casi 900 millones euros antes de que empiece a rodar la pelota. El proceso “eliminatorio” entre los grandes pulpos capitalistas decantó con la marcha de la propia crisis capitalista mundial. De los 24 sponsors mundiales de la Fifa, Adidas y Coca, Sony y Visa han desplazado largamente a todos sus rivales.

Coca-Cola es el campeón “mundial”: tiene un escandaloso acuerdo económico con la Fifa hasta el año 1022, similar al que Grondona tenía con TyC Sport, lo que le asegura tres mundiales más. Un verdadero “socio” eterno.

Adidas, a su turno, vestirá a 12 de los 32 seleccionados, asegurándose los más importantes (incluida Argentina). Relegó largamente a Puma, que había sido primera en el Mundial de Alemania y que ahora sólo “sponsorea” seis seleccionados de segundo orden, quedando incluso detrás de la estadounidense Nike. Puma perdió por goleada en la crisis mundial ya que “experimentó la peor desaceleración económica en sus aproximadamente 60 años de historia” (CNN Expansión.com, 17/3). También como resultado de la crisis, Sony, que invirtió 305 millones de dólares, desplazó a Phillips, que viene enfrentando “resultados económicos negativos y se vio obligada a recortar su plantilla mundial en un 5% –unos 6.000 puestos de trabajo– más la amenaza de provocar miles de despidos de trabajadores en todo el mundo” (Revista Fortune).

Visa, con una inversión de 250 millones, desplazó a otro gigante de los sponsors que fue históricamente MasterCard. El acuerdo de Blatter con Visa fue un escándalo internacional y la pelea hoy aún se libra en los tribunales de Nueva York, lo que anticipa una profundización de la crisis mundial de esta tarjeta.

La Fifa se ha trasformado en una de las principales multinacionales del mundo. Sus negocios son cada día más oscuros y se expanden a todos los continentes. Se ha transformado en un organismo donde sus fallos son inapelables, en el que los seleccionados participantes no pueden recurrir ni siquiera a la Justicia de sus propios países en un diferendo, pues son borrados de la escena del deporte mundial. La Fifa tiene más asociados que la ONU y los 207 países que la integran son un dibujo arbitrario armado por su propia dirección, que maneja a su antojo las cifras siderales en millones de euros. Es lo que está por detrás de la “fiesta” planetaria del deporte más popular del mundo.